Guatemala

MP investiga 20 empresas por sospechas de defraudación

Las escuchas telefónicas efectuadas a Geovani Marroquín, sindicado en los casos La Línea y Aceros de Guatemala, en especial del segundo, fueron la pista que la Fiscalía de Delitos Económicos siguió para investigar si al menos 20 empresas utilizaron mecanismos ilícitos para conseguir beneficios en la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT).

Según las pesquisas, hasta ahora existen 20 exportadoras que pidieron asesoría a Tres Puertos,   oficina dedicada a tramitar la devolución del crédito fiscal, la cual  intermedió a favor de Aceros de Guatemala, señalada de defraudación fiscal.

Entre las empresas se encuentran siderúrgicas, azucareras, de alimentos congelados,  frutas, palma africana e importadores de repuestos, según investigadores.

Un memorando interno enviado al personal de la SAT, el 1 de abril de 2003, prueba la estrecha conexión que existe, desde hace muchos años, entre varios de los sindicados de los casos de Aceros de Guatemala y La Línea.

La circular encontrada por los investigadores se refería a la toma de posesión interina de Rigoberto Chacaj como superintendente, en sustitución de Marco Tulio Abadío.

El detalle que llamó la atención del MP fue que, según el documento, Chacaj era intendente de Fiscalización; Ariel Guerra, de la Intendencia de Aduanas; Muñoz estaba en la de Recaudación, y Marroquín era coordinador de contribuyentes especiales. En la actualidad, todos están ligados a proceso y detenidos por el caso Aceros de Guatemala.

Muñoz y Marroquín, además, están vinculados al proceso de La Línea, pues protagonizan varias escuchas que sirven como indicios.


Los negocios empezaron a ser blanco de las averiguaciones a partir de que varios nombres  fueron citados en conversaciones entre Marroquín, Alfredo Muñoz Ledo, director de Tres Puertos, y personas vinculadas con las empresas.

El 14 de enero del 2015, Marroquín da lineamientos a “Jorge” de qué hacer en el caso de una importadora de manzanas y uvas. En esa conversación, “Jorge” le informa que otra de las compañías del consorcio de Aceros de Guatemala “salió limpia”.

En la llamada interceptada el 20 de enero de ese año, Muñoz Ledo le comenta a Marroquín sobre los contratos de otra empresa relacionada con productos derivados del acero. Marroquín menciona la posibilidad de que se trate de “lavado”, a lo que Muñoz Ledo responde: “A eso sí no le entro”.

Crédito devuelto

El 12 de febrero último, el Ministerio Público, con apoyo de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala, capturó a una red de funcionarios y exfuncionarios de la SAT, entre ellos  personeros de Aceros de Guatemala y Tres Puertos.

Según la Fiscalía, Aceros de Guatemala, por conducto de Tres Puertos, se sirvió de la red liderada por Omar Franco y Marroquín para desestimar tres querellas en su contra por  Q255 millones 612 mil 266.82, mediante la alteración de auditorías.

También fueron favorecidos con devoluciones de crédito fiscal por Q95 millones. Valiéndose de la misma red, agilizaron uno de los pagos a su favor por Q11.8 millones, a cambio de remuneración a directivos de la SAT.

El operador

Las declaraciones  de Salvador González, alias Eco, la semana recién pasada, dieron otro indicio a los fiscales sobre el nexo entre Marroquín y altas autoridades del gobierno anterior.

González declaró al juez de Mayor Riesgo B, Miguel Ángel Gálvez, que estuvo presente en una de las reuniones en las que Marroquín participó junto a Claudia Méndez, Carlos Muñoz y el entonces presidente, Otto Pérez Molina.

Los fiscales creen que la declaración de Eco refrendó la escucha del 31 de octubre del 2014, contenida en el expediente del caso La Línea. En esta, el entonces superintendente, Muñoz, se quejó con Julián Gallardo de la presencia de
Marroquín en la Casa Presidencial. Contó que durante una de esas citas, Marroquín le sugirió a Pérez Molina que se hicieran cambios en las gerencias de la SAT.
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El 23 de octubre del 2014, Javier Ortiz Arriaga, alias el teniente Jerez, le anunció a Marroquín: “Efectivamente CM (Carlos Muñoz) va para afuera, y el que lo suple es tu amigo el de anteojitos, (Omar Franco), el que le pidió estar en el grupo, a él lo ponen, para que empiece usted a hablarle, va”.

En otra escucha telefónica, 19 días después, el 10 de noviembre de ese año, Marroquín le aseguró a Muñoz: “estás blindado”. Ambos se refirieron a la participación de “la señora” en asuntos de la SAT.

Marroquín, auditor de profesión, trabajó como  gestor, especialista en devolución de crédito fiscal, uno de los servicios que ofrecía Tres Puertos. No era empleado de la empresa pero sí un importante enlace con la SAT.

Para ser un “operador” se requiere tener los clientes y las influencias, y a juicio de la Fiscalía, y Marroquín reunía ambos requisitos.

La Fiscalía sostiene la hipótesis de que la salida Osama Azziz Aranki, identificado como gestor original de La Línea, fue una recomendación de Juan Carlos Monzón.

En sustitución de Aranki llegó Ortiz, “que tenía experiencia en aduanas, pero no en tributos internos, que era el fuerte de Marroquín”, explicó una fuente que pidió no ser citada, por razones de seguridad.

“Es Ortiz quien lleva a Marroquín a Casa Presidencial”, agregó.

“Los de adentro”

Las intervenciones de Aceros de Guatemala mencionan a importadoras de repuestos, azúcar, huleras y café  que buscaban los servicios de Tres Puertos y de las que Marroquín se encargaba en la SAT.

Q95 millones consiguió Aceros de Guatemala en devoluciones de crédito fiscal.


También revelan reuniones con empresarios y políticos, entre ellos Arturo Batres y el excandidato a la vicepresidencia por la Unidad Nacional de la Esperanza, Mario Leal.

Marroquín y Muñoz Ledo se refirieron, por ejemplo, a las llamadas que el primero recibía de “la institución” —SAT—. “Los de adentro” era una  alusión a auditores y abogados del ente fiscalizador.

“El equipo” y “las listas de jugadores”  aludían a  las nuevas contrataciones, según los análisis.

Posturas

Eduardo Morán, defensor de Muñoz Ledo, dijo a Prensa Libre:

“Hay cosas que han sido transmitidas en un contexto sobredimensionado. Dónde consta que ha habido una relación de muchos años entre Marroquín y Muñoz Ledo. Estamos haciendo suposiciones que no son ciertas. Además, aquí hay acciones procesales que no son legales”.

No respondieron a las llamadas Leal ni el abogado Marco Ramos, defensor de Marroquín.

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