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Sandra Torres recupera la UNE y su injerencia reconfigura las fuerzas políticas en el Congreso

Para entender la aplastante victoria de la alianza oficialista el lunes 18 de octubre, que le valió retener la directiva del Congreso, se debe retroceder en el tiempo y en todos los escenarios aparece la injerencia de Sandra Torres.

Durante la actual legislatura Sandra Torres se mantuvo lejos de la bancada de la UNE, por prohibición legal. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

Durante la actual legislatura Sandra Torres se mantuvo lejos de la bancada de la UNE, por prohibición legal. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

“Si votan por Alejandro Giammattei voy a hacer todo lo que esté en mis manos para meter en la cárcel a la señora Sandra Torres”, decía el ahora mandatario en agosto del 2019, semanas antes de ganar el balotaje por la presidencia contra Torres.

Sí lo cumplió, aunque nunca precisó cuánto tiempo iba a guardar prisión la candidata presidencial. El 2 de septiembre del 2019, 22 días después de perder las elecciones presidenciales, Torres fue capturada y señalada de financiamiento electoral ilícito por supuestamente no reportar al Tribunal Supremo Electoral (TSE), Q27.7 millones de fondos para la campaña del 2015. ¿Cumplía Giammattei su primera promesa presidencial?

Desde entonces, Torres calificó su encarcelamiento y la posterior acusación del Ministerio Público como “una persecución política”, y en varias ocasiones intentó recuperar su libertad y recuperar la secretaría general de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), que desde su detención quedó en manos de Óscar Argueta, el secretario adjunto hasta la detención de Torres.

El 8 de enero del 2020 y en contra de lo que recomendaba el Ministerio Público, la jueza de Mayor Riesgo E, Eva Recinos, otorgó arresto domiciliario a Torres, aunque le prohibió acercarse al partido y a sus dirigentes, para no entorpecer la investigación que todavía están en curso.

El 30 de agosto del 2021 una resolución de la Sala Segunda de Mayor Riesgo, le otorgó un amparo provisional a la excandidata presidencial y le revocó la prohibición de hacer política y el arresto domiciliario.

El pasado 12 de octubre, el TSE ordenó que Sandra Torres retome el cargo de la secretaría general del partido Unidad Nacional de la Esperanza (UNE). Torres regresó al ruedo político.

“Se está cumpliendo la ley, no me estoy sacando nada de la manga ni mucho menos, simplemente yo fui electa en asamblea nacional y lo que hizo el TSE es devolverme la secretaría”, dijo Sandra Torres el pasado martes 19 de octubre durante una entrevista que concedió a Prensa Libre, justo un día después de la elección de la Junta Directiva del Congreso.

Carlos Barreda encabeza un grupo de oposición en rechazo a una directiva del Congreso en manos del oficialismo, cuatro días antes de la elección. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

Habían pasado seis días desde que Torres tenía el camino libre para ocupar la secretaría general y ese tiempo bastó para que la bancada se reacomodara y 32 de los 52 diputados de la UNE se unieran, votaran a favor de la planilla oficialista, y removieran de la jefatura de la bancada a Carlos Barreda, declarándose siempre como oposición, pero alejada de la línea política que mantenía el bloque desde enero del 2020 cuando buscaba distanciarse de la fundadora del partido.

Recalibración de fuerzas

El partido UNE ha tenido varios sismas a lo largo de sus 19 años de existencia. A pesar de ser, todavía, el partido con más representación en el país y con más diputados y alcaldes electos, ha sobrevivido a violentos arrebatos de poder.

Ejerció el poder del gobierno en 2008, con Álvaro Colom como presidente, y en 2011 las aspiraciones de Sandra Torres por la presidencia acabaron con su matrimonio con Colom y fracturó al partido. Roberto Alejos y Manuel Baldizón fueron parte de la disidencia que dio paso a nuevos partidos: Todos y Líder, respectivamente.

Desde entonces cada cuatro años Torres ha salido con renovadas aspiraciones presidenciales y en su camino ha acumulado detractores a lo interno del partido. En 2019, su pérdida electoral y posterior encarcelamiento significó la ascensión al poder de Argueta, acompañado de Carlos Barreda que lideró la bancada, junto a Orlando Blanco y Jairo Flores.

En enero del 2020 un grupo leal a Torres huyó de las órdenes de Barreda y votó a favor de la planilla oficial y desde entonces ocupan puestos en la Directiva y, aunque nominalmente son de la UNE, en la práctica era un grupo distinto.

Ese grupo, de 20 diputados, la semana pasada y con Sandra Torres de nuevo en la secretaría general, creció a 32 votos, que formaron parte de los 101 diputados que proclamaron a la oficialista Shirley Rivera presidenta del Congreso.

“Le pidió –Sandra Torres- herramientas –a Giammattei- para persuadir a algunos compañeros que habían estado con nosotros, a partir de ofrecimientos de manejo de obra, algún incentivo económico, y así es como se logra concretar tanto que ella retome la representación legal del partido como conseguir la mayoría para hacerse con la bancada”, explica Óscar Argueta la situación actual de la UNE.

Pero no fue solo el apoyo al oficialismo, desterraron a Barreda de la jefatura de la bancada y Estuardo Vargas, un diputado leal a Torres es el nuevo jefe.

Vargas está incluido en la lista Engel del Departamento de Estado de Estados Unidos, por conductas antidemocráticas y señalamientos de corrupción, no obstante, ahora es el líder del grupo y Torres lo avala.

Lea también: Lista Engel, diputados, jueces y magistrados son señalados como corruptos por EE. UU.

“Lo tengo que respetar. Hay que darle el beneficio de la duda, por supuesto, si los diputados lo eligieron, el partido no se puede oponer, el partido lo que tiene que hacer es respetar la decisión”, explica Torres.

Pero Vargas no se da por satisfecho. Ahora al frente de un grupo de 32 diputados espera que se sumen más. “Esto es un efecto dominó. Estamos esperando que más diputados se unan al bloque, las puertas de la UNE están abiertas para los otros diputados. Definitivamente queremos que el número suba”, dijo a Prensa Libre en una entrevista el pasado jueves.

Sobre las acusaciones que pesan sobre su cabeza, desde EE. UU. Vargas dice estar tranquilo y que se trata de un ataque político.

“Me señalaron, violaron mi presunción de inocencia, veo un tema ideológico – político en dicha lista, no tengo ningún proceso abierto que yo sepa en el país, muestra de ello que los demás diputados creyeron en mí y me nominan como jefe de bloque”, agrega.

En la misma línea Sandra Torres defiende la presunción de inocencia de Vargas, con quien dice se espera cambiar la línea de la bancada para que esté más cerca de la ideología del partido.

“Yo no le puedo ni tengo ese poder de sancionar o decir que tiene o fue incluido en esa lista por alguna razón porque desconozco y no he profundizado en ese tema y, como lo remarco, todos debemos ser respetados sobre la presunción de inocencia”, dijo Torres.

Óscar Argueta junto a Carlos Barreda y Karina Paz lideran el grupo que el 11 de agosto salieron a admitir la derrota presidencial de Sandra Torres. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

Un nuevo Congreso

El retorno de Torres a la UNE podría suponer un reacomodo de fuerzas en el Congreso. El grupo de Barreda durante los dos últimos años ha sido un opositor firme del gobierno de Giammattei y ahora mismo sostiene una interpelación contra el ministro de Energía y Minas.

El próximo año el panorama será distinto, Torres advierte que va por la expulsión de “los traidores” del partido y aunque dice que serán “oposición constructiva” critica al grupo de Barreda y Orlando Blanco de extorsionar ministros.

“Vamos a cambiar al fiscal del partido ante el TSE y a continuación todo el proceso que corresponde, como auditoría financiera administrativa y a corto plazo una depuración y una limpieza dentro del mismo partido”, explicaba Torres la semana pasada, luego de quedar en firme su nombramiento como secretaria general.

Además, Torres promete ser una oposición que sí permita al Congreso avanzar en la agenda.

“Nosotros tenemos, como partido, nuestra propia agenda, vamos a optar una postura de oposición constructiva, no destructiva, el país necesita y tiene que terminar el antagonismo, la polarización y los pleitos”, señala.

Vargas lo confirma: “Yo entro con una agenda de consolidación. A mí los mismos diputados que estaban, Carlos Barreda, a quien menciono con mucho respeto, me quiso expulsar delante del resto de diputados, diciéndome que me retirara del bloque; cosas que no se dio. Yo no entro con esa filosofía, si ellos se sienten bien y a gusto son bienvenidos”.

Como oposición en el Congreso, la nueva UNE de Vargas aún lo debe demostrar. Por ahora flota en el ambiente los señalamientos de que Torres se reunió con Giammattei y con Zury Ríos, para negociar el futuro del Congreso.

“Son calumnias y desinformación infundada por los mismos diputados opositores dentro de la bancada, como –Orlando- Blanco, –Carlos- Barreda, –Óscar- Argueta, –Mario- Taracena, los que han querido acaparar el tema del partido y son los que han tratado de vincularme con el presidente, con la señora Ríos”, dice Torres.

“Yo pienso que estamos en otra etapa, la confrontación dentro del mismo partido ha llevado a todas estas fragmentaciones y estamos tratando de buscar una agenda de país y no seguirnos destruyendo dentro de la misma bancada”, dice Vargas sobre su papel el próximo año.

Roberto Alejos, que un día formó parte de las filas de la UNE y se retiró por fricciones con Torres, es escéptico sobre los cambios en la bancada.

Alberto Pimentel, ministro de Energía y Minas es actualmente interpelado por la bancada UNE. (Foto Prensa Libre: Congreso de la República)

“Simplemente es una alianza por intereses comunes y los intereses van en parar esta lucha contra la impunidad que ya lo hemos visto, dos años de atraso en la elección de las Cortes, una CC con una ideología muy concreta, no pasan leyes para reformas en seguridad y justicia, por supuesto que los temas de fiscalización ya no se darán”, advierte.

Diputados que han quedado fuera del grupo de Torres han reconocido que el próximo año estarían fuera de las comisiones legislativas, no tendrían asesores y los espacios de fiscalización se estrecharán, lo que será conveniente para el partido de Gobierno.

“Estos diputados que se quedaron sin poder, de manera independiente, harán fiscalización, pero no tendrán ni siquiera un salón para citar a la gente, van a pedir el Salón del Pueblo y se los van a negar. Es un juego de poder que en este momento lo está ganando el equipo aliado al Gobierno encabezado por Sandra Torres y Estuardo Vargas”, advierte Alejos.

La UNE de cara a las elecciones

Las próximas elecciones generales son en junio del 2023, no obstante, la carrera por posicionarse en el imaginario colectivo ya empezó y las aspiraciones de Sandra Torres de nuevo se han renovado.

“Serán las bases quienes decidan”, dice sobre su eventual candidatura presidencial.

Alejos no augura un futuro distinto al de las últimas dos elecciones para Torres: “El partido se va a venir al suelo. La imagen que Sandra cree que es de ella, es la imagen de todo un proyecto que la gente vio con buenos ojos, y eso se perdió. Ella está aliada a la derecha”, señala.

Para Argueta, la suerte está echada. “Lo que estamos viendo es cómo está operando toda la cooptación del Estado en todos los diferentes niveles, diferentes instituciones, a partir de los designios de Alejandro Giammattei, eso es lo que está pasando”.

Sandra Torres, durante un mitin político durante el proceso electoral del 2019, donde perdió el balotaje contra Alejandro Giammattei. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

El peligro mayor, según Roberto Alejos, es que Torres recobró su libertad y le restituyeron sus derechos pese a estar acusada de un delito grave, como financiamiento electoral y esto podría sentar un mal precedente para las futuras elecciones, porque “en cualquier lugar del mundo debe de suspendérsele de su actividad política hasta que no aclare su inocencia”, a un político que incumplió con la ley.

“Los políticos en general le van a perder respeto a la ley y a este delito, van a seguir haciendo su trabajo como que nada, desde el punto de vista legal, porque en la lucha contra la impunidad es una batalla perdida”, advierte Alejos.

ESCRITO POR:

Alex Rojas

Periodista de Prensa Libre especializado en política y periodismo de investigación con experiencia de 15 años como reportero y editor en medios escritos, radiales y digitales. Reconocido con el Premio Nacional de Periodismo en Guatemala, en 2014 y becario del programa de periodismo judicial Cosecha Roja de Argentina y del programa de autorregulación ITP, en Suecia.

Douglas Cuevas

Periodista de Prensa Libre especializado en temas políticos y del sector justicia, con 15 años de expreiencia en periodismo escrito, televisivo y radial.