“No soy un dictador. Soy un hombre con gran sentido común y una persona inteligente”, afirmó Trump en el Despacho Oval, poco antes de firmar cuatro órdenes ejecutivas.
El mandatario defendió su estrategia para combatir la supuesta criminalidad en la capital estadounidense y lamentó que, según él, muchos ciudadanos no reconozcan sus esfuerzos.
En las últimas horas, sostuvo un nuevo enfrentamiento con las autoridades de Chicago y del estado de Illinois. Ambos gobiernos, encabezados por demócratas, se han mostrado contrarios al despliegue de fuerzas federales en su territorio.
“Cuando tengo a un tipo como JB Pritzker (el gobernador de Illinois) criticándonos antes incluso de que lleguemos, digo: ‘La siguiente debería ser Chicago’. Como todos saben, Chicago es un campo de muerte en este momento y no lo reconocen”, expresó Trump, aunque la ciudad no figura entre las más violentas del país, según estadísticas recientes.
“Dicen: ‘No lo necesitamos. Libertad, libertad. Él es un dictador’“, añadió, en referencia a quienes cuestionan su política de seguridad.
El expresidente negó nuevamente esa calificación y sostuvo: “Mucha gente está diciendo: ‘Bueno, tal vez nos vendría bien un dictador’. A mí no me gustan los dictadores“.
Finalmente, Trump lamentó que, “en lugar de recibir elogios”, lo acusen de intentar “tomar la República”. “Estas personas están mal de la cabeza”, afirmó.