Las calles de numerosas localidades se vieron sumergidas por las aguas, tras unas abundantes lluvias en la zona, y muchos vecinos se vieron bloqueados y obligados a refugiarse en los tejados de sus casas.
Según el ministro de Protección Civil, Nello Musumeci, 50 mil personas se quedaron sin electricidad y unas 5 mil fueron evacuadas con ayuda de lanchas neumáticas y helicópteros.
“Nada será como antes, porque este proceso de tropicalización que está subiendo de África afecta ahora también a Italia”, añadió Musumeci.
“Yo nací aquí y nunca había visto algo así, esta vez hemos pasado miedo de verdad”, declaró a AFP Simona Matassoni, propietaria del hotel Savio en Cesena, en la costa adriática.
La noche del martes al miércoles, los vecinos de los alrededores de Forli, donde se encontró la primera víctima mortal, tuvieron que huir descalzos y con el agua hasta el pecho, constató un fotógrafo de AFP.
“Esto es el fin del mundo”, dijo el alcalde de Forli, Gian Luca Zattini, en un mensaje en Facebook.
Anulado el GP de Fórmula 1
Las inundaciones obligaron igualmente a anular el GP de F1 previsto en Emilia-Romaña del viernes al domingo.
“Después de las conversaciones entre Formula One (…), las autoridades competentes, entre ellas los ministros afectados (…), el presidente de la región Emilia-Romaña, el alcalde de la ciudad y el promotor, se tomó la decisión de que el Gran Premio no tendrá lugar en Ímola”, anunció el promotor de la F1, Formula One, en un comunicado, sin precisar si la carrera será reprogramada de aquí a final de temporada.
“Es una decisión responsable debido a la situación que viven las ciudades y pueblos de la región. No sería justo incrementar la presión sobre las autoridades locales y los servicios de intervención en un periodo difícil”, prosigue el texto.
“La situación es crítica; todavía tenemos horas difíciles por delante”, advirtió precisamente Matteo Gozzoli, alcalde de la ciudad de Cesenatico, en la costa del Adriático.
El servicio italiano de Protección Civil señaló que 14 ríos se desbordaron entre el martes y el miércoles, y que 23 municipios resultaron anegados.
La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, aseguró que el gobierno está “listo a intervenir con la ayuda necesaria”.
La región de Emilia-Romaña se vio afectada hace dos semanas por unas fuertes lluvias, que causaron inundaciones y deslizamientos de terreno. Murieron dos personas.
La depresión que está golpeando Italia causó igualmente inundaciones del otro lado del mar Adriático, en Croacia y Bosnia, sin causar víctimas mortales por el momento.