Se trata Sinead Hudson, de 30 años, quien viajaba con su pareja por varios países desde comienzo de año, pero cuando tuvieron síntomas de covid-19 hicieron una pausa en sus vacaciones.
Junto a su esposo Rob, fueron diagnosticados con coronavirus, aunque en el caso del hombre solo fueron padecimientos leves.
“Yo me sentía débil y cansada, pero él no tenía nada. Pensamos que el virus le afectaba diferente a las personas”, relató Hudson a medios ingleses.
Luego de varios días de padecimiento, y de la recuperación de su pareja, la mujer se sometió a una prueba para determinar si continuaba con el virus, pues los síntomas como fiebre y dolor continuaban.
Según Hudson, un día despertó con fiebre de 41 grados que la llevó a “delirar”, por lo que se preocupó.
Añadió que pensó en la posibilidad de padecer del denominado “covid prolongado”, por lo que fue a las emergencias para que le dieran un diagnóstico.
Luego de varios días de estudios y observación, los médicos descubrieron que los padecimientos de la mujer no se debían al contagio de coronavirus.
“El doctor dijo: tienes una leucemia aguda. Todo se puso blanco, mis oídos zumbaban, mi cerebro se detuvo y no podía asimilar nada de lo que me estaban diciendo”, narró Hudson.
Las vacaciones, que habían sido pausadas por el contagio de covid-19, terminaron definitivamente y la pareja regresó a Reino Unido, para que Hudson recibiera los tratamientos necesarios.
Luego de exámenes más detallados, se estableció que la mujer sufría leucemia linfoblástica aguda y que necesitaría tratamientos como quimioterapia.
Según sus últimos reportes, ha respondido bien a los tratamientos y continúa su recuperación en Reino Unido.