IDEAS

El criminal espionaje de Estado

Esta semana Nuestro Diario publicó una investigación sobre la estructura ilegal de espionaje implementada durante la administración del Partido Patriota. Debemos entender que la mayoría de políticos y gobernantes siempre van a querer “controlar” a la ciudadanía y adquirir más poder. Nuestra labor, si queremos vivir en una sociedad libre, es la constante vigilancia de esos políticos y gobernantes para evitar que abusen del poder.

Según la investigación, el Gobierno implementó en la Dirección General de Inteligencia Civil (Digici) un sistema para espiar a guatemaltecos desde el 2012. Compraron más de Q90 millones entre hardware y software de espionaje que les permitía escuchar, leer, observar y seguir a quien sea. La Digici llegó a contar con más de 800 empleados y 50 vehículos para realizar seguimientos. Incluso compraron un par de camionetas para espionaje —como las que salen en las películas— que disfrazaron como ventas de helados.

"Nadie tiene el derecho —mucho menos un funcionario— a meterse ilegalmente a violar nuestra privacidad".-

Supuestamente este sistema fue desarmado a finales del 2015, y el actual ministro de Gobernación indicó que la cartera a su mando “no tiene las capacidades para hacer escuchas ilegales, revisar correos electrónicos, teléfonos u otras herramientas informáticas”. También indicó que los programas y equipos mencionados en el reportaje fueron secuestrados por el MP y la Cicig en el 2015, a raíz de las denuncias hechas por la ministra Eunice Mendizábal. Esta investigación, “en teoría”, todavía está activa, pero no ha dado resultados. Hasta la Contraloría de Cuentas dice que por esas fechas tuvieron denuncias de “equipo de inteligencia” que había desaparecido, pero que no realizaron mayor investigación. Ahora dicen que lo “investigarán nuevamente”.

Sin embargo, una de las denuncias más importantes en la investigación es que la mayoría de los involucrados en ese momento en la dirección de la Digici continúan laborando en el Gobierno y con “especificaciones de puesto” muy similares a las que tenían cuando estaban en la Digici, por lo que queda la sospecha de si todavía la “estructura” de espionaje sigue en operación.

Por décadas se ha rumorado acerca de “oficinitas” del Gobierno utilizadas para espiar a personas que representan algún interés especial a los gobernantes, sean periodistas, empresarios, opositores o hasta las esposas de algunos de los funcionarios. Esta es una de las primeras investigaciones que presenta evidencia concreta de su existencia, por lo cual hay que felicitar a quienes la realizaron.

Ahora, en la época de la conectividad, la inteligencia artificial, la cuarta revolución industrial, es todavía más importante que se controle a las “oficinitas” del Gobierno, porque ahora hay más información disponible para ser “espiada” si se tiene el tiempo, el conocimiento y los recursos para hacerlo.

Con todo y que ahora las personas somos más abiertas y mucho más de nuestras vidas está en el dominio público por elección —a través de nuestros mismos comentarios, fotos y videos que compartimos en las redes sociales—, eso no le da el derecho a ninguna persona —mucho menos a ningún funcionario público— a meterse ilegalmente a violar nuestra privacidad, porque sí, aún en esta época, todos tenemos el derecho a mantener algo de nuestra vida fuera de los focos de la multitud.

Así que, por un lado se debe perseguir a todos aquellos funcionarios que hayan violado —o lo sigan haciendo— la privacidad de las personas, y por el otro lado, cada uno de nosotros debe aprender a tomar las precauciones adecuadas, sabiendo que en esta era, donde todo puede estar conectado, también todo puede estar siendo monitoreado.

Fb/jjliber

ESCRITO POR:

Jorge Jacobs

Empresario. Conductor de programas de opinión en Libertópolis. Analista del servicio Analyze. Fue director ejecutivo del Centro de Estudios Económico-Sociales (CEES).