Revista D

Cero deudas

<div> La mala administración financiera empuja a muchos a endeudarse. Estos son algunos pasos sencillos para salir del atolladero y encaminarse a la libertad.</div>

Diciembre vino con alegría. Hubo fiestas, regalos y viajes, pero muchos se gastaron el aguinaldo e, incluso, dinero que no era de ellos. Que era prestado. Que era del banco o de alguna otra institución —y de paso, con intereses exorbitantes—.

Precisamente en estos días, esas personas estarán en plena jaqueca financiera, arrepintiéndose de haber gastado en cosas que no valían la pena o pensando cómo van a pagar lo que deben. Están en una especie de “goma moral”.

“No lo vuelvo a hacer”, pensarán. Pero ya con el daño hecho, hay que sacar fuerzas para cumplir con los acreedores.

Cada inicio de año representa una oportundad para redimirse. Pero, para ello, hay que ser disciplinado. “Quien no tiene control de sí mismo, nunca podrá ser millonario”, sentencia Robert T. Kiyosaki en el libro Padre rico, padre pobre.

Así que, para encaminarse al éxito, hay que darle vuelta a la tuerca para salir del atolladero.

Eduardo Palacios Lima, asesor financiero, recomienda empezar a pagar las deudas pequeñas, luego las medianas y quedarse de último con las grandes. Otra opción es salir de aquellas que cobren más intereses. “Cada deuda saldada, da ánimo para salir de otra y no meterse en más”, refiere.

El siguiente paso es generar más ingresos. Eso significa trabajar extra o vender cosas que estén en buen estado, pero que no se utilicen. Ese dinero puede ser destinado a pagar deudas.

Al mismo tiempo, se debe disminuir el nivel de gastos. Lo que se economiza empléelo para incrementar los pagos al capital endeudado. Para ello, se deberá hacer un presupuesto mensual, muy a conciencia. Es importante gastar según lo planificado.

“Estos pasos básicos requieren de esfuerzo, paciencia y perseverancia”, advierte Palacios Lima.

Una vez logrado el objetivo, tendrá una sensación de libertad. A partir de entonces disminuirán los nervios y se podrá conciliar el sueño. Habrá paz, salud física y mental.

Así, al final del 2016, puede que tenga el dinero propio y suficiente que le permita pasarla bien en las fiestas de Navidad y Año Nuevo, y sin deberle a nadie.

Efectividad financiera

Ya libre de compromisos con las tarjetas de crédito, inmobiliarias, prestamistas, bancos, familiares, amigos y con el señor de la tienda, ¡no hay que meterse a más endeudamiento!

“Tampoco caer en la publicidad que dice ‘compre ahora y pague después’, ya que volverá al esclavizante círculo vicioso de no tener nada en el bolsillo y deberle a todos”, indica Palacios Lima.

En cambio, hay que ser responsables y efectivos en las finanzas.

Algunos expertos recomiendan tener tres cuentas de ahorro. Una para los gastos imprevistos y eventuales como inscripciones, placas de carro, servicio mecánico o enfermedades. Otra para inversión y la tercera para un retiro decoroso.

“No se trata de ser tacaño, sino saber optimizar los recursos”, refiere Palacios Lima. “Hay que darse lujos solo cuando se tiene respaldo para las eventualidades”, agrega.

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