Salud y Familia

Así comienza una vida llena de autoestima

Aunque la estimulación temprana puede comenzar desde que el bebé está en el vientre —mediante sesiones de música clásica o rutinas de masajes—, es a partir de su nacimiento que los padres deben efectuar acciones concretas y diarias para garantizar la salud integral de este nuevo ser.

“De los 0 a 3 meses de vida debemos estimular a nuestros hijos a través de los sentidos, ya que están en una etapa sensorial. Es necesario el contacto físico para que ellos sientan la piel de sus padres, pero también podemos mostrarles objetos llamativos para atraer su atención visual”, explicó el jueves la psicóloga María Fernanda Martínez, durante El Consultorio, que se transmite por las plataformas digitales de este matutino.

A partir de los 3 meses, los padres de familia pueden acudir a un centro especializado para que el pequeño comience con una rutina de ejercicios físicos y sensoriales que van a estimular sus conexiones neuronales.

Adicional a esto, no se puede dejar a un lado la parte emocional, la cual ayudará a construir una buena autoestima del bebé.
“Tenemos que trabajar en las conexiones emocionales  o lazos afectivos. Recordemos que durante los primeros meses de vida lo que percibimos es el lenguaje no verbal, por lo que es importante cuidar la manera en la que interactuamos con ellos”, agregó Martínez.

Por ejemplo, los padres primerizos pueden mostrarse muy ansiosos o inseguros, actitudes que los pequeños percibirán y probablemente serán más propensos al llanto o a enfermedades como reflujo y alergias.

Rutinas diarias

Cualquier programa de estimulación temprana y fortalecimiento de la autoestima será efectivo si se sigue un plan de trabajo que incluya rutinas en casa. “No es suficiente lo que se hace en el centro especializado, también es necesario continuar con la práctica en el hogar”, agregó la experta.

A criterio de Martínez, esta labor que comienza en los primeros años de vida tendrá beneficios a futuro. “A través de estas herramientas lograremos que nuestros hijos tengan menos problemas de impulsividad o de conducta, entre otros”, concluyó.

Nunca es tarde

La estimulación temprana debe comenzar lo antes posible. Sin embargo, los niños no mayores de 3 años pueden practicar rutinas y ejercicios que les ayudarán a tener tolerancia a la frustración o a saber cómo relacionarse con otros niños de su edad, aspectos que son relevantes en la etapa preescolar, que regularmente comienza entre los 4 y 5 años.

A su ritmo

“Todos tenemos un desarrollo cerebral distinto, por lo que los padres deben respetar el ritmo con el que evoluciona su hijo”, explicó la psicóloga María Fernanda Martínez. La experta agregó que hay que evitar las comparaciones sobre el desarrollo de nuestros hijos con otros niños de su edad, pues esto solo puede provocar frustraciones innecesarias.

Consejos para cuando papá y mamá trabajan

  • Es fundamental que el tiempo que le dediquen al bebé sea de calidad, es decir, no distraerse con otras labores del hogar.
  • Un niño necesita que papá y mamá tenga contacto físico con él, que le hagan saber que están presentes y que su lenguaje no verbal evidencie alegría, no cansancio o agotamiento.
  • Cuando el pequeño ya puede seguir instrucciones, es importante enseñarle el cumplimiento de logros a través de la constancia, aunque no se vean durante todo el día.
  • Para lograr una buena autoestima desde pequeños, los adultos son los responsables de transmitirles la confianza que les ayudará a tener una personalidad fuerte.

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