Salud y Familia

¿Cómo afectan las emociones al dolor de espalda? (y cómo prevenirlo)

En gran medida el dolor de espalda es ocasionado por una inadecuada salud emocional.

El dolor de espalda es uno de los dolores musculares más comunes. (Foto Prensa Libre: Pexels)

El dolor de espalda es uno de los dolores musculares más comunes. (Foto Prensa Libre: Pexels)

En un mundo cada vez más convulsionado donde no se tiene suficiente tiempo para procesar toda la información que proporcionan a los sentidos, el saber manejar un estado de salud mental resulta de vital importancia para mantener un equilibrio físico.

Para comprender de una mejor forma este asunto es puntual conocer cómo trabajan las emociones en el organismo, para luego referirse  a los efectos que pueden causar, tales como en este caso: el dolor de espalda.

El cuerpo humano es una red maravillosa de vida, diseñada y programada por el cerebro. Según la 13 edición del libro Guyton Tratado de Fisiología Médica,  publicado en 2016, el área de la asociación límbica de la corteza cerebral, la cual se encuentra en el polo anterior del lóbulo temporal, está relacionada primordialmente en el comportamiento, las emociones y la motivación.  

El cerebro es una “maquina” emocional que puede beneficiar o destruir. (Foto: Pixabay)

¿Qúe es el dolor?

Ahora bien,  el dolor se define como aquella sensación de malestar, este puede ser agudo o sordo, constante o intermitente, pulsátil o estable. Según el libro Nuevo Manual Merck de Información Médica General publicado en 2010, las vías del dolor se inician en los receptores especiales que se encuentran repartidos por todo el cuerpo. Estos receptores transmiten la información en forma de impulsos eléctricos a lo largo de los nervios, hacia la médula espinal y hacia el cerebro.

Pero, ¿qué pasa cuando el dolor es causado por factores psicológicos que encadenan las emociones?

A ese dolor se le conoce como dolor psicógeno.

Dolor psicógeno  

Según el libro Nuevo Manual Merck de Información Médica General el dolor psicógeno está relacionado total o parcialmente con un trastorno psicológico.

Cuando las personas presentan dolor persistente con evidencia de trastornos psicológicos, sin que se encuentre una lesión física que pueda ser la causa del mismo, se puede entonces describir el dolor como dolor psicógeno.

El dolor de espalda por factores emocionales conlleva una extensa red nerviosa. (Foto Prensa Libre: Unplash)

Está es la explicación del porqué hay dolores que en muchas ocasiones no se entiende de dónde provienen, porque habitualmente se pasa por alto que la salud emocional es fundamental para explicar el origen de muchos dolores físicos.

Relación de las emociones con la espalda

Así como afirma el autor del libro Physiological Psychology, Wenger Jones y Jones “Casi todo el mundo piensa que sabe qué es una emoción hasta que intenta definirla. En ese momento prácticamente nadie afirma poder entenderla”. Las emociones son tan complejas que nunca se atreve a cuestionar en qué son capaces de hacer.

Por lo tanto, la espalda es una de las estructuras humanas con mayores receptores nerviosos, en ese tejido muscular recae la información emocional; por lo que sí existe mucha recepción nerviosa en esta zona hará que se manifieste el dolor.

  • La tristeza, la preocupación y el estrés

Emociones negativas que en ciertas circunstancias ha experimentado, son la causa de el dolor de espalda que suele ser uno de los síntomas físicos más comunes en pacientes con depresión o ansiedad generalizada. Así, es más que común ver a personas pasar por todo un periplo de fisioterapeutas y especialistas en la columna vertebral sin hallar alivio, sin encontrar remedio a ese dolor recurrente de espalda. Hasta que, finalmente, reciben el diagnóstico acertado por parte de un psicólogo u otro profesional de la salud mental.

La acumulación gradual de emociones negativas son desencadenantes del dolor de espalda. (Foto Prensa Libre: Unplash)

No podemos olvidar que el dolor es, por encima de todo, una experiencia neurológica transmitida por nuestro sistema nervioso. Así, en esos estados caracterizados por la angustia, el miedo, la decepción o el desánimo lo que hay en nuestro cerebro es un desequilibrio químico. Una irregularidad entre la seretonina y la norepinefrina genera, por ejemplo, un incremento en la percepción del dolor.

El doctor Benson Hoffman explica que casi el 80% de personas experimentará en alguna ocasión dolor lumbar. Se trata de la afección más común y qué vendría a demostrar cómo afectan las emociones a la espalda y, en concreto, cómo el sufrimiento emocional asociado a la tristeza o la decepción se localiza en esta área del cuerpo.

¿Cómo prevenirlo?

La prevención que se recomienda en la mayoría de casos, suelen no tomarse en cuenta los factores emocionales, sin embargo estos son de vital importancia.

A continuación le presentamos una serie de tips que pueden ayudarle a prevenir el dolor de espalda provocado por emociones negativas.

  • Distraiga su atención hacia un asunto concreto: es importante mantener la mente ocupada en asuntos que no involucren su ansiedad, estrés, pesimismo, etc.
  • Medite habitualmente: es un ejercicio efectivo si se hace con certeza, reflexionar sobre sus acciones emocionales le permitirá conocerse a sí mismo, por lo tanto evitará situaciones incómodas o desesperantes.

La meditación libera todas aquellas energías negativas. (Foto Prensa Libre: Pexels)
  • Escriba en un diario sus emociones: escribir es una manera de liberar emociones negativas, además de llevar un registro, en el cual puede comparar estados de ánimo, y aprender a diferenciarlos.
  •  Tómese un respiro (o un vaso de agua) para recuperar el autocontrol: es aconsejable que en la medida de  lo posible tome un tiempo para relajarse. Procure darse un momento de paz interior.
  • Lo más importante: encuentre el motivo de sus emociones: en muchas circunstancias no se asume la responsabilidad de las emociones, por lo mismo se debe ser capaz de reconocer que cada quien es el causante de su equilibrio emocional.

 

 

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