Salud y Familia

H3N2, la llamada “supergripe”: qué es, a quién afecta y cómo prevenir esta variante de influenza

Tras el aumento de casos de gripe estacional H3N2 en Europa y Asia, ha circulado desinformación en redes sociales sobre sus efectos. Por ello, explicamos lo esencial de esta enfermedad.

Person with disease infection analyzing package leaflet of pill bottles to cure illness. Woman feeling cold reading medical paper with medication instructions, having medicaments on table

Una enfermera aplica la vacuna contra la influenza estacional en un centro de salud de la zona 1 capitalina, como parte de la campaña preventiva recomendada ante la circulación del virus H3N2. (Foto Prensa Libre: Freepik)

Ante la alerta de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) para que los países vigilen el comportamiento del virus de influenza A(H3N2), subclado K (J.2.4.1), expertos advierten sobre su propagación y la desinformación que lo rodea.

El epidemiólogo Erwin Calgua señala que el H3N2 es un virus estacional que causa infecciones respiratorias agudas y que ya se conoce desde hace años. Su propagación se incrementa durante el invierno, no por el frío en sí, sino por el aumento del tiempo en espacios cerrados y la falta de medidas preventivas, lo que favorece la transmisión.

Calgua advierte que el virus tiende a mutar y que, aproximadamente cada cinco años, se registran brotes con mayor número de casos. “El subclado K es la variante específica que está generando preocupación, impulsada por desinformación en redes sociales y fuentes no oficiales que provocan alarma innecesaria”, afirma.

El pediatra Edgar Beltetón aclara que esta variante ha sido llamada erróneamente “supergripe”, pues no se trata de una enfermedad nueva, sino de una mutación genética del virus no completamente cubierta por algunas formulaciones de la vacuna estacional 2025-2026.

El médico internista Estuardo Rojas añade que la influenza es uno de los virus con mayor capacidad de mutación. “Cada año es molecularmente diferente, lo que permite que vuelva a causar enfermedad, incluso en personas vacunadas, y en algunos casos se presente de forma más grave”, puntualiza. Por su parte, Calgua aclara que no se trata del “nuevo COVID-19”, como se ha dicho en redes sociales, sino de una gripe estacional.

Síntomas de la influenza H3N2

Al ser una infección respiratoria aguda, la influenza H3N2 presenta síntomas similares a los de una gripe común, explica Rojas. Entre ellos se incluyen fiebre, tos, malestar general, dolor corporal, secreción nasal, estornudos, dolor de cabeza, fatiga y cansancio.

Calgua detalla que la fiebre puede alcanzar entre 38 y 40 grados. Además, en algunos casos pueden presentarse náuseas, vómitos, diarrea y una tos persistente que puede durar entre dos y tres semanas.

Respecto de la tos, el epidemiólogo insiste en que no debe tratarse con automedicación, sino ser evaluada por un médico, quien definirá si el paciente requiere inhibidores de tos, mucolíticos o incluso nebulizaciones o inhaladores, si hay compromiso bronquial.

Riesgos de la gripe H3N2

Entre los riesgos que presenta esta enfermedad, Calgua advierte que el contagio puede derivar en neumonía o generar otras infecciones respiratorias, especialmente en menores de cinco años, adultos mayores de 65 y personas inmunocomprometidas, ya que el virus puede facilitar una colonización bacteriana secundaria.

“El problema es que mucha gente empieza a tomar antibióticos desde el inicio, lo cual no solo es innecesario sino riesgoso. En Guatemala, el antibiótico debe ser recetado por un médico, pero esto no siempre se cumple”, resalta Calgua. El uso indebido de estos medicamentos genera resistencia bacteriana y puede agravar el cuadro clínico, haciendo que la neumonía evolucione a una infección sistémica con riesgo de muerte.

Beltetón detalla que, en adultos, el riesgo más común es la neumonía por neumococo, mientras que, en niños menores de cinco años, también pueden intervenir bacterias como Haemophilus influenzae y Moraxella catarrhalis, responsables de bronconeumonías o neumonías graves.

Las complicaciones suelen presentarse después del tercer o quinto día, o una semana después del inicio del cuadro gripal, destaca el médico.

Un médico analiza una muestra respiratoria en un laboratorio del Hospital Roosevelt, donde se ha incrementado la vigilancia del virus de influenza A, subclado K (J.2.4.1), tras la alerta emitida por la OPS. (Foto Prensa Libre: Freepik)

¿Existe riesgo de epidemia por H3N2?

Tanto Calgua como Rojas y Beltetón coinciden en que no existen señales de alerta que indiquen un riesgo epidemiológico por esta variante de influenza.

Beltetón enfatiza que la idea de una “epidemia” ha sido impulsada por desinformación en redes sociales y pide no equiparar esta situación con la pandemia de COVID-19. Esta última se caracterizaba por un comportamiento patológico invasivo a nivel alveolar, con cambios estructurales en el pulmón.

En cambio, el H3N2 es una gripe común cuya propagación se ha visto favorecida por la menor eficacia de la vacuna disponible, lo que permite una transmisión más acelerada.

“Al no contar con suficientes defensas mediante la vacuna, el contagio será más rápido. Eso implica que habrá más transmisiones y, por lo tanto, mayores posibilidades de complicaciones en algunos casos, como sucede con cualquier infección por influenza”, recalcó.

¿Existe tratamiento?

Como con cualquier enfermedad, los médicos enfatizan la necesidad de acudir al médico antes de medicarse, para determinar el tipo de virus y evitar generar resistencia.

En casos de H3N2, el antiviral recomendado es el oseltamivir, que debe administrarse dentro de las primeras 24 a 48 horas tras la aparición de síntomas. Este tratamiento no se recomienda en menores de un año.

El resto del tratamiento dependerá del cuadro clínico de cada paciente, por lo que es necesario realizar una prueba diagnóstica y recibir atención médica.

Método de prevención

Beltetón recomienda la vacunación contra la influenza como principal medida preventiva. Esta vacuna no presenta riesgos ni contraindicaciones para ningún grupo poblacional.

Además, los médicos aconsejan el uso de mascarilla en espacios cerrados, lavado frecuente de manos y aislamiento de personas con síntomas gripales entre 48 y 72 horas.

El diagnóstico temprano y el tratamiento oportuno son claves para evitar complicaciones. Esto incluye la vigilancia médica y las medidas de prevención mencionadas.

ESCRITO POR:

Esdras Laz

Periodista de Prensa Libre para el área de bienestar, cultura y tendencias con varios años de experiencia en medios escritos y televisivos.