Salud y Familia

Cuáles son los accidentes más frecuentes en el hogar y cómo prevenirlos

Las situaciones riesgosas en el hogar pueden presentarse en cualquier momento, existen tantas variantes que no hay una lista general que las agrupe. De la misma forma su prevención resulta ser muy variable, por lo que los padres deben adoptar mecanismos que les permitan crear de manera oportuna las mejores opciones que les ayuden a evitar los distintos accidentes.

Los accidentes del hogar tienen muchas variantes, para evitarlos hay que pensar por anticipado. (Foto Prensa Libre: Shutterstock)

Los accidentes del hogar tienen muchas variantes, para evitarlos hay que pensar por anticipado. (Foto Prensa Libre: Shutterstock)

La Organización Mundial de la Salud presenta la siguiente definición de accidente: “Es un suceso eventual, involuntario o anómalo del cual resulta daño físico o psíquico, como consecuencia de una falta de prevención o defecto de seguridad”. Los accidentes pueden producir algún tipo de consecuencias en los niños o no.

 

 

En la actualidad ya no existe la idea de que los accidentes se producen por casualidad, ya se empieza a aceptar que, aunque exista la posibilidad de que ocurra alguno, la mayor parte de estos puede ser prevenido o evitado. Una frase dice que “el accidente con mejor pronóstico es aquel que nunca ha sucedido”. En este caso, la prevención resulta necesaria al tratarse de accidentes infantiles.

 

Los accidentes infantiles pueden darse en cualquier lugar, como la calle, las áreas de juego, el colegio y las instalaciones deportivas. Sin embargo, la gran mayoría ocurren en el hogar, especialmente en niños menores de los cuatro años. En la casa, se dan con más frecuencia en lugares como: la cocina, el baño, la sala y las escaleras. De acuerdo con el avance del desarrollo y la edad del niño, de esa forma disminuye el riesgo de sufrir accidentes.

Los niños obtienen sus aprendizajes y desarrollo a través de la exploración, pero esto muchas veces los pone en algún riesgo. (Foto Prensa Libre: freepik.es).

A través del ensayo y el error, el niño supera sus tropiezos y accidentes, de esta forma adquiere experiencia y ajusta sus límites de seguridad. Todo ello es un proceso normal en la maduración de cada infante. El medio que lo rodea es el encargado de brindar seguridad necesaria para que los resultados no sean negativos. En ese medio, importan las cosas y las personas, todo un conjunto de elementos que representan obstáculos, incitaciones, incógnitas, ejemplo, apoyo y orientación necesarios para adquirir experiencia y progreso en su autonomía.

 

Es normal que los adultos que rodean al menor busquen por todos los medios evitarle el más mínimo tropiezo, sin embargo, esto priva al niño del conocimiento directo del riesgo, de la identificación de las señales de este y las destrezas para percibirlo y superarlo. De la misma forma, un niño sin el cuidado de los mayores se queda a merced de su suerte y habilidad. Puede que se habitúe al riesgo, tenga una tolerancia de márgenes mínimos y una aceptación fatalista de las situaciones.

El niño debe estar alejado de la electricidad. (Foto Prensa Libre: Shutterstock)

Los riegos varían de acuerdo nivel evolutivo que tienen los niños y al hogar en el que viven, esto incluye el medio físico y el medio humano que rodean al niño. En cada etapa de desarrollo puede encontrarse con riesgos en los componentes de la vivienda, productos u herramientas domésticas que deberían estar fuera de su alcance o ser instruido sobre su uso seguro. El niño debe evitar por completo el uso o cercanía de productos tóxicos, medicinas y electricidad.

 

Accidentes más frecuentes

No existe un registro general sobre los accidentes infantiles, pues estos ocurren de maneras muy diversas en cada situación, pero de acuerdo con las estadísticas mundiales, los accidentes más comunes ocurridos durante los primeros cinco años de vida son:

  • Caídas
  • Golpes
  • Cortes o heridas
  • Intoxicaciones (medicamentos y productos de limpieza)
  • Quemaduras (con líquidos, objetos, descargas eléctricas)
  • Asfixias (por cuerpos extraños, comida o sofocación por una bolsa de plástico)

 

Las zonas más afectadas suelen ser la cabeza y las extremidades.

Para prevenir los accidentes, primero se debe saber cómo se producen. La sensibilidad y los buenos cuidados de los padres harán del hogar o de cualquier área, un lugar seguro para los niños.

Un niño nunca debe estar solo mientras esté en el agua. (Foto Prensa Libre: Shutterstock)

 

Riesgos

De acuerdo con los estudios realizados en los hogares, se han determinado algunos riesgos de manera general, estos son:

  • Acceso libre al área de la cocina.
  • Muebles que pueden ser tirados al piso.
  • Objetos cortantes y punzantes
  • Fármacos con fácil acceso o mal identificados
  • Pisos mojados o manchados
  • Fósforos, encendedores y similares al alcance
  • Fuentes de electricidad mal protegidas
  • Juguetes y objetos pequeños al alcance de los niños
  • Recipientes con sustancias tóxicas
  • Escaleras y balcones con barandas inseguras
  • Juguetes, muebles y otros objetos en desorden
  • Iluminación deficiente
  • Animales capaces de producir mordeduras
  • Depósitos de agua destapados
  • Cunas o camas mal protegidas
  • Bolsas plásticas al alcance de los niños
  • Niños dejados solos
  • Fugas de gas

 

Los accidentes tienden a ser más frecuentes en los niños conforme aumentan su movilidad, cuando están adquiriendo una nueva habilidad, ante escenarios o situaciones nuevas o que presentan complejidad.

Los riesgos se presentan según las destrezas que el niño va adquiriendo. (Foto Prensa Libre: Shutterstock)

¿Cómo se producen los accidentes?

Los accidentes en el hogar pueden prevenirse, pero para lograrlo, primero se debe saber cómo se producen.

Existe un modelo epidemiológico que se ha desarrollado en medicina y que constituye una buena forma de identificar las causas de los accidentes para lograr prevenirlos. En él se distinguen tres factores relacionados, estos son:

Huésped: la persona que corre el riesgo de ser la víctima del accidente. Se toman en cuenta sus características como edad, sexo, estado de salud, curiosidad y otros.

Agente: el causante del accidente, como objetos o situaciones.

Medio: el lugar o el entorno donde se producen los accidentes.

 

La importancia de adoptar modelos como el anterior es que contribuye a prevenir el riesgo de cualquier tipo de accidente, puede adaptarse a cualquier situación y ayuda a entender cómo se producen.

En cada situación de posible riesgo, se le debe hacer razonar al niño sobre el peligro y cómo evitarlo. (Foto Prensa Libre: freepik.es).

Por ejemplo, luego de la lluvia, Julio (8 años) terminó su almuerzo y corrió a jugar un rato con sus amigos. Bajó saltando la escalera y corrió hacia la calle.  Al cruzar llegar al área de juegos, resbaló y se cayó al suelo, se golpeó su hombro derecho. Identificación de los tres componentes: huésped (Julio), agente (la lluvia caída) y el medio (calle mojadas y resbaladiza, calzado inadecuado).

Este esquema propone actuar sobre alguno de los tres factores para evitar el accidente. Por ejemplo, una de las opciones sería poner un pavimento antideslizante en los accesos al área de juegos del vecindario.

Otro ejemplo, tomando en cuenta que, en la época cercana a la Navidad, el incremento del uso de cohetillos es notable, de la misma manera aumentan los números de casos de niños con quemaduras. Raúl un niño de 12 años, suele quemar algunos cohetillos con sus vecinos, tiene una hermana de 2 años que acostumbra a seguirlo a donde quiera que él va. Raúl jugó con “estrellitas” y cuando esta se apagó la tiró al suelo. Su hermana, la tomó con la palma de la mano y resultó con quemaduras. Al analizar las opciones para evitar este accidente, podría considerarse no permitir a los niños jugar con pirotecnia sin la supervisión de un adulto, entre otras opciones.

 

¿Qué pueden hacer los padres por la seguridad de sus hijos?

  • Estudiar los riesgos de la casa y preparar cada espacio.
  • Comprar juguetes seguros, acordes a la edad.
  • Adoptar el punto de vista del niño.
  • Mantener la atención en su hijo, supervísarlo.
  • Ayudar al niño cuando lo necesite.
  • Enseñarle jugando, hay que anticiparse a las situaciones, para que el niño aprenda a identificar y afrontar riesgos.
  • Mostrar un buen modelo: razonar, explicar y recordar.
  • Animar al niño a hacer las cosas bien.
Es importante tener al alcance los números de emergencia. (Foto Prensa Libre: Shutterstock)

Lo primordial de todo padre de familia es mantener seguros a sus hijos, esto requiere mucha atención y visualización de cada posible situación de riesgo en los diferentes ambientes.

El papel de los padres consiste en enseñar a los niños y a las niñas a identificar los riesgos y explicarles cómo deben actuar ante ellos. Sus enseñanzas deben estar enfocadas en promover la autonomía de los niños y garantizar el mínimo de seguridad ante cada situación en la que se desenvuelvan o se presenten.

 

Fuentes: Prevención de accidentes y lesiones, Organización Panamericana de la Salud, 1993; Prevención de riesgos y accidentes infantiles, Jesús Jimenez Morago; Prevención de lesiones infantiles por accidentes, Jesús Esparza, Madrid, 2009.

 

Contenido relacionado:

Enseñe hábitos saludables a sus hijos.

Cómo apoyar a niños con dificultades emocionales y académicas.

Cómo manejar la ira en la etapa infantil.

 

ESCRITO POR: