A criterio de la experta, es necesario educar a la población sobre las causas que pueden llevar a alguien a quitarse la vida, con el objetivo de saber cómo reaccionar ante una situación parecida. “Los casos se suicidio han aumentado el 60 por ciento en los últimos 45 años”, agregó Flores.
Causas
Aunque no se debe generalizar, las personas con impulsos suicidas regularmente son jóvenes que viven en un ambiente de violencia física o psicológica, adultos mayores o personas con alguna enfermedad mental —depresión, ansiedad, bipolaridad, trastornos de personalidad, entre otras—.
“El abuso de sustancias tóxicas como drogas y alcohol también puede estar vinculado al suicidio”, comentó Flores.
¿Qué hacer?
La efectividad en la prevención del suicidio radica en la manera en la que se aborda el caso. Lo primero que se debe hacer es buscar ayuda con personas de confianza. De acuerdo con Flores, hablar ayuda a no sentirse solo.
“También es importante que familiares y amigos aprendan a identificar la señales de alerta de una persona que tiene pensamientos suicidas, las cuales se evidencian en los cambios drásticos de conducta”, enfatizó la psicóloga.
Para Karen Hastedt, fundadora de la Asociación Ama Vida, que se dedica a la prevención del suicidio, la mejor opción es acudir a una clínica de higiene mental, para que el afectado reciba terapia psicológica y psiquiátrica.
Otra opción es buscar apoyo emocional en personas que vivieron situaciones similares y lograron salir adelante. “En Ama Vida no solo damos asesoría médica y psicológica, sino que también efectuamos reuniones quincenales para encontrar soluciones contra la depresión”, concluyó Hastedt.
La expertas concluyeron que lo importante es que quien tengan impulsos suicidas encuentre una mano amiga que le transmita que siempre hay una esperanza para seguir viviendo.
Señales de alerta
- El principal indicador de que una persona podría tener pensamientos suicidas son los cambios drásticos en la conducta.
- Este comportamiento pasa por cuatro fases:
- Desesperanza. Cualquier expresión está cargada de pensamientos negativos.
- Aislamiento. La depresión lleva al individuo a evitar las relaciones familiares y sociales.
- Impulsividad. La persona actúa de manera instintiva ante situaciones cotidianas.
- Agresividad. El mal humor y la conducta hostil se vuelven parte de la conducta diaria.
- También es importante prestar atención a las conversaciones cotidianas, pues una persona con impulsos suicidas siempre dirá de forma explícita que sus problemas no tienen solución.