En cada aldea hay dos tortugarios administrados por la comuna mazateca donde empleados ediles tienen la tarea de reproducir los huevos que reciben de las personas que llegan a entregarlos a cambio de alimentos.
Melvin Ortiz, encargado de los tortugarios en Tahuesco, indicó que este año liberaron tres mil 800 parlamas producto del trabajo de 20 recolectores de huevos de tortuga que tienen como fuente principal de ingresos la venta de los embriones.
Ortiz comentó que a pesar de las charlas y campañas por parte del Consejo Nacional de Áreas Protegidas y División de Protección de la Naturaleza para evitar la venta los huevos de la parlama en esa zona la población en la costa de Suchitepéquez comercializa el producto al que le atribuyen beneficios afrodisíacos.
Reconoció que el éxito de los tortugarios para reproducir la parmala es por el intercambio de huevos por víveres.
“Por cada docena de huevos que una persona entrega recibe un comprobante para canjear su bolsa de alimentos en la municipalidad, la docena de huevos de tortuga tiene un precio aproximado de Q15 o 20 en el mercado local; la bolsa con víveres tiene un precio de Q65”, expresó Ortiz.
La comuna mazateca informó que mensualmente invierte Q15 mil en raciones de alimentos para los recolectores que entregan los huevos de las parlamas.
Manuel Delgado, alcalde de Mazatenango, indicó que debido al éxito del programa se busca incrementar la inversión mensual de alimentos hasta Q50 mil.
Adrián Donis, jefe de la Dirección de Gestión Ambiental Municipal, mencionó que este año entre los cuatro tortugarios liberaron siete mil parlamas.
Este año uno de los tortugarios reprodujo cuatro tortugas verde de la especie Chelonia Mydas que no se ven en las playas de la costa sur ya que se encuentra en vías de extinción.
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