Economía

¿Qué es la tormenta perfecta del mercado laboral?

Transformación debe ser por la educación, juventud y el trabajo, afirma experto, de no hacerlo se mantendrá la brecha entre la enseñanza y las competencias requeridas por empleadores.

Martín Padulla, consultor argentino, en condiciones del futuro en el mercado laboral. (Foto, Prensa Libre: Carlos Hernández).

Martín Padulla, consultor argentino, en condiciones del futuro en el mercado laboral. (Foto, Prensa Libre: Carlos Hernández).

En los mercados laborales de Latinoamérica, incluyendo Guatemala, se observa lo que se denomina la tormenta perfecta, que es la brecha entre la enseñanza y competencias y la demanda de empleadores, explica Martín Padulla,  consultor internacional sobre las nuevas formas de trabajo.

¿A qué poner atención?

Se debe trabajar en dimensiones sensibles como transformar la juventud, educación, trabajo y emprendimiento, y vincular la educación con el futuro, para ello el país debe aprovechar el bono demográfico, al cual prefiero llamar una ventana demográfica de oportunidad.

Se deben preparar jóvenes 4.0 porque ya estamos en la cuarta revolución industrial generada por la tecnología. No hay sector de la economía, industria o país que pueda estar ajeno.

La velocidad transformacional es alta y sumamente profunda, con impactos transversales. Se estima que en los próximos 20 años vamos a asistir a transformaciones más profundas que los últimos 200 años pasados.

COMPORTAMIENTO

Los jóvenes van a tener que emprender una carrera laboral diferente, por la velocidad de transformación del mundo laboral. Se estima que entre los 18 y 42 años su vida laboral será en promedio de 11 trabajos diferentes y que en toda la carrera van a ser más de 20, con entradas y salidas al mercado laboral más dinámicas y donde habrá paradas técnicas para poder formarse, explicó Padulla.

¿Cómo ve la situación de Guatemala?

Hay una foto del país que hay que tratar de modificar rápidamente. Ahí se observa que hay una aparente baja tasa de desempleo pero en realidad encierra un tercio de trabajo no remunerado, que no está aportando a la ventana de oportunidad, y hay una elevada tasa de informalidad con las complicaciones que mencioné.

Otro elemento importante es el de los ninis, jóvenes que ni estudian ni trabajan. Se calcula que en Guatemala hay unas 800 mil personas. El tercer tema tiene que ver con el género, los países que han logrado desarrollo lo han hecho con fuerte incidencia de la participación laboral femenina.

En la situación de Guatemala, con poca cobertura educativa y poco acceso a tecnología, ¿qué debe hacerse?

Primero, facilitar el acceso a la tecnología a través de la educación; es necesario hacerlo desde la primera infancia.

El segundo elemento es impulsar políticas activas de empleo que conecten educación y trabajo y que garanticen el fácil acceso al mercado laboral. Una forma sencilla, sin tener que cambiar todo el sistema educativo, es ratificar el convenio 181 de la OIT, que se refiere a poner a trabajar conjuntamente los servicios públicos y privados para garantizar formalidad en el primer empleo y a su vez garantizar la formación a la persona.


Otra experiencia interesante es un modelo que manejan los países nórdicos, llamado Flexicurity. Este conjuga la flexibilidad que necesitan las empresas para instalarse y operar, y a la vez seguridad para los trabajadores, redefiniendo una serie de beneficios con diversas formas de trabajo formal.

¿Qué se requiere para cambiar el sistema educativo y para que se genere más empleo formal?

Si toda la energía se pusiera en puntos como los que mencioné, y no en otras cosas, se evitarían muchas energías malgastadas en disputas.

Hay cosas más simples como poder ratificar e implementar el convenio 181, y otras más complejas como cambiar todo un andamiaje vinculado con derecho laboral.

Es importante resaltar la urgencia pero la decisión es estratégica. La clave está en la decisión, en hacer un trabajo serio aprovechando estos años, como Corea del Sur y Singapur lo hicieron en 30 años.

Pero los procesos son lentos y a veces burocráticos, ¿qué hacer?

Los cambios son imprescindibles y urgentes. Debemos entender que inexorablemente envejecemos, y que en 30 años en Guatemala ya no tendremos esa ventana de oportunidad. Además se tendrá que repensar el sistema de pensiones. Para los más vulnerables, estudiar el concepto de ingreso básico universal, porque no es tan fácil reconvertir a los trabajadores y no es posible si no se tienen necesidades básicas satisfechas.

Es necesario impulsar el espíritu emprendedor, y ya no solo formar ciudadanos que sean empleados.

• Licenciado en Sociología y magíster en Administración de Empresas.

• Fundador y director de Staffingamericalatina, una plataforma colaborativa que investiga los mercados laborales, empleabilidad, empleo juvenil y futuro del trabajo.

• Prevé que en junio se lance en Madrid una plataforma que consiste en un observatorio permanente de empleabilidad para medir esa brecha y prospectar las demandas del futuro.

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ESCRITO POR:

Rosa María Bolaños

Periodista de Prensa Libre especializada en medios escritos y radiales en temas de energía eléctrica, empleo, impuestos, empresas y negocios con más de 20 años de experiencia.