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Los Caradura: los cinco desaparecidos en un club de la zona 9 y la guerra y nexos con la MS‑13 y el Barrio 18
La estructura "Los Caradura" cobró notoriedad desde el 2024 por dos casos de alto impacto que los vinculan, incluido el de cinco jóvenes desaparecidos que, según un testigo, podrían haber sido disueltos en ácido.
De izquierda a derecha: El Diabólico (MS‑13), agentes especiales de la PNC en operativo en la zona 3, y El Lobo (Barrio 18), dos grupos que al igual que Los Caradura se disputan la territorialidad de narcomenudeo en la capital. (Foto Prensa Libre: Mingob)
Casos recientes de atentados, homicidios selectivos y un fuerte operativo policial en el barrio El Gallito —un punto clave del narcotráfico—, así como las capturas realizadas, reflejan la guerra criminal que se desarrolla en distintos sectores de la capital.
Entre los grupos involucrados figura la estructura criminal Los Caradura, a la que se atribuye la desaparición de cinco hombres tras asistir a un club nocturno en la zona 9 —cuyos cuerpos, aparentemente, fueron disueltos en ácido— y el posterior asesinato de un médico especialista acribillado, lo que evidencia la violencia extrema asociada con esa organización.
Los Caradura han operado en Guatemala durante más de dos décadas, adaptándose a las circunstancias y manteniendo su influencia en el crimen organizado en la región central del país.
A lo largo de los años, se les ha señalado por su participación en narcomenudeo, sicariato y extorsión, en paralelo con las pandillas mayoritarias: Mara Salvatrucha (MS‑13) y Barrio 18, con marcada territorialidad en la capital y municipios aledaños.
Inicio y expansión
Los Caradura operan como una estructura criminal organizada, basada en vínculos familiares y lealtades internas. El liderazgo se concentra en un núcleo familiar cerrado, a diferencia de las otras pandillas, que cuentan con códigos internos, clanes y amplias divisiones territoriales.
La estructura comenzó a operar hacia el 2011, tras el asesinato del narcotraficante Mario “El Marioco” García Rodríguez, según registros oficiales.
Ese hecho permitió a los hermanos Francisco Édgar y Julio Jaime Domínguez Higueros consolidar su poder en el narcotráfico en el barrio El Gallito, zona 3 de la capital, donde las autoridades realizaron un operativo el domingo 7 de septiembre del 2025 para enfrentar a su grupo rival, la Mara Salvatrucha, con la que disputan el control territorial.
En el 2006, uno de sus principales operadores, Luis Ortiz Morataya, alias “Güicho Calderas”, fue ejecutado, lo que llevó a sus familiares a asumir el liderazgo. La organización mantuvo su presencia en la zona 3 y trasladó su centro de operaciones a la zona 7.
Según la Policía Nacional Civil (PNC), controlan la venta de droga al menudeo en las zonas 3, 7, 10, 11 y 12.
En los últimos años, han extendido sus actividades a bares, discotecas y centros nocturnos, lo que ha incrementado los hechos violentos.
También utilizan tiendas de barrio como fachada y realizan entregas a domicilio, un modo de operar que también llegan a replicar las pandillas.
Aunque aplican violencia y control territorial, su estructura, tamaño y modo de operar los acercan más al crimen organizado familiar que a una pandilla tradicional.
Reclutan menores, pero en funciones de vigilancia y sicariato, sin establecer un sistema jerárquico como el de MS‑13 o Barrio 18.
Aunque actuaban con discreción y evitaban los enfrentamientos abiertos con la policía, los casos de disputas territoriales o ajustes de cuentas los expuso recientemente.
Conflicto con la MS‑13
Inicialmente, Los Caradura fueron aliados de la MS‑13, pero la relación se deterioró, aparentemente antes o durante el 2024.
Desde entonces, ambos grupos disputan violentamente el control de la zona 3 y otros sectores. La MS‑13 ha intensificado su ofensiva, lo que ha generado un aumento de enfrentamientos y violencia en barrios clave como El Gallito.
La inteligencia estatal advierte que la MS‑13 consiguió arrebatarles el poder mediante el uso sistemático de violencia, lo que han creado en un contexto de pugnas por el control del narcomenudeo y las extorsiones en la capital.
El 2 de septiembre fue asesinado Edwin Mayén, abogado de María Marta Castañeda Torres y del cabecilla del Barrio 18, “El Lobo”.
Las investigaciones apuntan a la MS‑13 y Los Caradura, o a represalias del Barrio 18, en un contexto de pugnas por el control del narcomenudeo y las extorsiones en la capital.
Crímenes recientes
La estructura criminal Los Caradura, con más de dos décadas operando en la capital, está implicada en asesinatos, ajustes de cuentas y narcomenudeo, incluyendo la desaparición de cinco hombres en un club nocturno, vistos por última vez tras asistir a un club nocturno en la zona 9 en enero del 2024.
Un testimonio clave indica que los cuerpos habrían sido disueltos en ácido para borrar evidencia.
Los desaparecidos —José Guillermo Enrique Marroquín Conde, Marlon Vinicio Alarcón Villatoro, Brandon Stefan Enríquez Alarcón, César Alexander Alemán Ramírez y Jerónimo Alexander Xiloj Xiloj— se comunicaron por última vez ese mismo día.
Según las investigaciones, fueron llevados por la fuerza a una vivienda en el sector Las Calaveras, barrio El Gallito, zona 3, donde habrían sido torturados, asesinados y enterrados temporalmente.
Días después, los agresores desenterraron los cuerpos, los disolvieron en ácido y arrojaron los restos a un barranco. Aunque el caso sigue bajo investigación, se presume que la violencia se desató por una discusión dentro del establecimiento.





