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Familias afectadas por canícula no recibieron ayuda del Maga

“Si el mango está floreando es que el invierno va a estar bueno”, dice José Dolores Agustín Pérez. Este agricultor de 56 años y habitante de los Magueyes, San Luis Jilotepeque, confía en que en el 2019 sus cosechas puedan crecer. La canícula prolongada del 2018 lo dejó en las peores condiciones para un campesino.

José Dolores Agustín y su esposa esperan que el invierno del 2019 sea mejor. (Foto Prensa Libre: Esbin García)

José Dolores Agustín y su esposa esperan que el invierno del 2019 sea mejor. (Foto Prensa Libre: Esbin García)

Hace seis semanas, don José recibió a Prensa Libre, y habló sobre las carencias producidas por el déficit de lluvia que afectó el oriente del país. Su familia, así como otras cuatro que visitamos hace mes y medio, no recibió los cupones que el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación (Maga) prometió para atender los problemas alimentarios provocados por la falta de cosechas.

 

Los Magueyes sigue presentando el mismo escenario hostil para sus habitantes. Las milpas secas anticipan que los problemas continúan, pero este campesino cree que el año puede ser mejor al voltear a ver los palos de mango y el color de sus flores, algo que para él y su familia anticipa una mejora en las lluvias.

Agustín Pérez afirmó que no fueron beneficiados con el programa de subvención del Maga, pero que estaba agradecido porque integrantes de la parroquia e iglesias evangélicas les llevaron algunos alimentos.

El agricultor se refiere a que entre marzo y mayo la comida es más escasa, porque el precio del maíz y del frijol se incrementan. Además, no hay trabajo para poder comprar esos productos. “Ahorita, el quintal de maíz está en Q125; después se pone a Q150 o Q175”, lamenta.

Estas son las condiciones en las que vive la familia de José Dolores Agustín. (Foto Prensa Libre: Esbin García)

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Ángela Pérez Gregorio, otra vecina de la aldea, no se encontraba en su vivienda, debido a que una de sus hijas dio a luz. La nuera, Ángela Agustín, de 17 años, se quedó a cargo de la casa. La joven tiene un hijo de 4 años y está embarazada.

“No pasaron. Desde que ustedes vinieron, nadie ha venido a dar nada”, contestó cuando se le preguntó sobre la ayuda gubernamental. El esposo de Ángela gana Q35 diarios, lo que invierten en comprar azúcar, frijol y café. “La gente barato paga, y así cuesta comprar”, lamenta.

En el hogar de Elías Pérez Hernández sí cambió algo. Una de sus hijas regresó a la casa con una boca más que alimentar, una bebé de 1 mes de nacida. Debido a que la nueva madre tiene 14 años, hay un proceso en el Ministerio Público por esa situación.

La necesidad de alimento se amplió para esta familia, cuya pobreza es extrema y se refleja en su vivienda construida con una mezcla de caña, carrizo y paja. Allí tampoco llegó el Maga.

La alimentación de los hijos de Elías Pérez Hernández depende de lo que él pueda ganar cada día. (Foto Prensa Libre: Esbin García)

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Prevención

El temor de las familias —debido a que se acerca el período de hambre estacional— es normal, pues todos los años se registra uno donde hay más escasez de alimentos y poco acceso al trabajo.

En el país, los meses de marzo a julio son un reto para los agricultores. Es la época en que se registran más casos de desnutrición aguda, especialmente en niños menores de 5 años.

A la fecha, el Ejecutivo no cuenta con suficientes raciones de alimentos para atender esta época, pero sí se trabaja para prevenir, aseguró el secretario de Seguridad Alimentaria y Nutricional, Juan Carlos Carías.

El funcionario explicó que, en una reunión con el viceministro de Agricultura, se habló de cómo prevenir. Pronto se contratarían más extensionistas del Maga para capacitación sobre huertos familiares. A través del Viceministerio de Seguridad Alimentaria se darán semillas para los huertos.

En cuanto a las medidas paliativas, como la entrega de raciones de alimentos, Carías reconoció que no hay suficientes para atender la emergencia del hambre estacional y que en reunión de gabinete de este lunes se tratará ese tema.

Además, señala el secretario, la situación se complica porque no ha finalizado el contrato abierto para la compra de alimentos y una licitación implicaría disponer de estos en julio.

Las eventualidades climáticas del 2019 también son un factor de riesgo.

La próxima siembra será en mayo, y la cosecha se espera en agosto. En Los Magueyes viven con la esperanza de que este año la lluvia sea constante.

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Cobran por trámites

Algunas familias pagaron el 20 por ciento del cupón para poder recibirlo.

En la aldea Chinchintor, Comapa, Jutiapa, la situación cambia. Esta es una comunidad ubicada a pocos kilómetros de la cabecera municipal, y el acceso es relativamente rápido.

El Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación (Maga) sí distribuyó cupones a 200 personas, pero la cantidad de agricultores afectados fue mayor, aseguró Santos Martínez, campesino de la región que logró cosechar la tercera parte de lo que cada año recoge en su parcela de maíz.

De las cuatro familias visitadas en diciembre del 2018 por Prensa Libre, dos fueron tomadas en cuenta para el beneficio gubernamental. Eulalia García, de 76 años, y Julián García, 72, no alcanzaron la ayuda.

Doña Eulalia estaba enferma, tenía dolores en los brazos y gripe. Don Julián, pese a tener también problemas de salud, salió de su casa a buscar trabajo para comprar los alimentos del día.

Martínez sí recibió el cupón ofrecido por el Maga, aunque por último decidió regalárselo a una mujer, madre soltera que tiene cuatro hijos menores de 10 años.
Martínez tiene dos hijos, Luis Armando y Santos Martínez Asencio, de 18 y 16 años.

La otra beneficiada fue Lucrecia García, 48, cuyas hijas ya padecen desnutrición crónica y aguda.

García dijo estar agradecida con el apoyo del Gobierno, aunque lamentó que en la tienda donde cambió el cupón no se lo canjearon por el valor total (Q500), sino por Q400, aduciendo que tenían que cobrar Q100 por unos trámites.

Lucrecia García es una de las beneficiadas por el Maga, aunque el cupón de Q500 se lo cambiaron por Q400. (Foto Prensa Libre: Esbin García)

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Priorizados

La subvención se entregó a agricultores de infrasubsistencia y subsistencia que perdieron más del 50 por ciento de sus cosechas por el déficit de lluvia, aseguró el Departamento de Comunicación Social del Maga.

Según el ministerio, cuando se hizo el barrido, esas familias no tenían una situación tan dramática; pero hace seis semanas, cuando Prensa Libre los visitó, sus condiciones eran iguales.

Los cupones fueron entregados entre el 26 y el 31 de diciembre, por Q500, y para enero se prevé otra entrega por Q250.

El 16 de enero, el auditor de la Contraloría General de Cuentas Álvaro García reveló que luego de un cruce de información se determinó que el Maga habría entregado 599 cupones a personas fallecidas.

Los resultados preliminares salieron al comparar la lista de entrega de cupones con la base de datos de Guatenóminas, el Registro Nacional de las Personas, el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social y del Instituto de Recreación de los Trabajadores de la Empresa Privada.

El Maga afirmó que la información es falsa. “A la fecha, la CGC no ha practicado ninguna auditoría a la subvención de alimentos”, señalaron.

Toribia Santiago perdió sus cosechas, pero ella no fue una de las beneficiadas por el Maga. (Foto Prensa Libre: Esbin García)

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