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Queda menos de un año para que los guatemaltecos aprendan a clasificar sus desechos

Sectores coinciden en que los municipios tendrán que pedir una ampliación del plazo para cumplir con todas las directrices de la normativa.

Basura acumulada en el río Las Vacas por el deficiente tratamiento de los residuos que se hace en distintos municipios. (Foto Prensa Libre: EFE)

Basura acumulada en el río Las Vacas por el deficiente tratamiento de los residuos que se hace en distintos municipios. (Foto Prensa Libre: EFE)

Marina Aguilar vive en la zona 7 de Mixco. Es ama de casa y todos los martes, jueves y sábados saca su bolsa de basura a la puerta de su casa. No la separa porque requiere mucho trabajo, dice, y porque es más sencillo “juntarlo todo en una sola bolsa”.

Marina, de 55 años, no ha escuchado hablar del Reglamento para la gestión integral de los residuos y desechos sólidos, que el pasado 10 de agosto cumplió un año de estar vigente. Por lo tanto, ignora que tiene menos de 12 meses para aprender a separar sus residuos, porque entonces será obligatorio. 

El Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales (Marn) confía en que la divulgación que se ha hecho de la normativa en los 340 municipios del país haya empezado a tocar la conciencia de los guatemaltecos.

Sin embargo, analistas temen que en un año el país aún no esté preparado para manejar los residuos casi como se hace en los países del primer mundo y que los artículos de la norma que ponen fechas límites para cumplir con las exigencias se prorroguen, tal como ha sucedido por más de 15 años con el Reglamento de las descargas y reúso de aguas residuales.

Disposiciones

Según el Reglamento, en los primeros dos años de vigencia, es decir del 10  agosto del 2021 al 10 de agosto del 2023, los guatemaltecos deberían separar sus residuos entre orgánicos e inorgánicos. Después, será obligatorio separar los segundos en papel y cartón, vidrio, plástico, metal, multicapas y otros.

Entre otras especificaciones, también ordena que las carrocerías de los vehículos que transporten basura deben ser de material resistente a la corrosión y garantizar la hermeticidad a manera que no derramen líquidos contaminantes que emanen de la descomposición de la basura —lixiviados —.

El reglamento también define una serie de disposiciones para el manejo y la construcción de estaciones de transferencia de los residuos y de las plantas de recuperación, reciclaje, tratamiento y disposición final.

De igual forma regula todo el proceso de tratamiento de los desechos y da las pautas de protección y seguridad para los trabajadores que estén involucrados en su manejo. Por ejemplo, dice que todos deberán ser vacunados contra la hepatitis B, el tétanos y la rabia.

De esa forma, se perfila una dificultad para cumplir con esta normativa, no solo para quienes producen residuos, sino para los responsables de recolectar, transportar, reciclar y dar el tratamiento final que ya deberían estar haciendo fuertes inversiones para cumplir con el Reglamento.

También tienen menos de un año para hacerlo puesto que el artículo 64 de la normativa dice que “los entes sujetos a las disposiciones del presente Reglamento tendrán un plazo de veinticuatro (24) meses, contados a partir de la entrada en vigor del presente Reglamento para ajustarse a éstas y cumplir con sus obligaciones”.

No creen en avances

Analistas en temas ambientales coinciden en que se ha escuchado muy poco sobre la implementación del acuerdo y temen que el tiempo que queda muy es muy corto para que todos los actores involucrados en la generación y manejo de desechos puedan cumplirlo a cabalidad.

Raúl Maas, investigador del Instituto de Investigación en Ciencias Naturales y Tecnología de la Universidad Rafael Landívar, dijo que no se sabe mucho del proceso de implementación del Reglamento, por lo tanto “los avances deben ser mínimos, si no es que nulos”.

El problema de la gestión de desechos sólidos sigue en todo el país. En la comunidad más remota encontramos plástico o duropor si ninguna opción de manejo no digamos en los entornos urbanos”, señaló el especialista.

En tal sentido, Maas no duda en que los plazos que dicta la norma serán ampliados “dado el poco interés y las capacidades limitadas de los entes administrativos encargados de manejar este tema”, en referencia al Marn y a las municipalidades.

Expuso que el manejo de los residuos se aborda como un “problema periférico” que se pierde en la “marea de problemas ambientales que caracterizan la crisis socioambiental en la que estamos” como país.

Maas señaló que existen asimetrías financieras muy marcadas entre las comunas y que, probablemente las más grandes podrían contar con recursos para cumplir el Reglamento, pero si ni estas lo hacen será más difícil que lo hagan las pequeñas.

Mucha gente lanza sus desechos a los barrancos. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

Deben ampliar el plazo

La Asociación Nacional de Municipalidades (Anam) no respondió a una solicitud de comentarios, pero el alcalde de Salcajá, Quetzaltenango, Miguel Ovalle, expuso que los jefes ediles tienen que pedir una prórroga para implementar el Reglamento.

“Es algo que deben pedir ahorita, antes de las elecciones”, subrayó el jefe edil, también expresidente de la Anam.

“Hacer un acuerdo en el despacho es fácil pero que las municipalidades tengan las condiciones financieras, de espacio y de logística para la recolección… lo veo bastante difícil. El ministro solo salvó su responsabilidad y nos tiró la papa caliente a los alcaldes”, señaló.

Ovalle considera que la iniciativa de reglamentar el manejo de los residuos sólidos es “buenísima” porque todos tiene que contribuir con la limpieza de un municipio, pero la experiencia, enfatizó, “nos ha demostrado que cambiar la cultura de las personas no se logra en dos años”.

Recalcó que el Marn lo que hizo fue trasladar la responsabilidad a los alcaldes, pero que estos la trasladen a la población “no es fácil”.

El alcalde de Salcajá agregó que, en la Mancomunidad Metrópoli de los Altos, llevan 17 buscando soluciones para resolver el problema de forma regional, pero no la han encontrado. Añadió que su municipio tiene la capacidad de recolección de basura por una cuota pequeña, Q5 al mes, “y todavía así se quejan” los vecinos.

Los basureros clandestinos es otro problema que enfrenta el medio ambiente en Guatemala. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

Alex Guerra, director del Instituto Privado de Cambio Climático, opina que el Reglamento “es un paso en la dirección correcta”, pero solo un de lo que debe hacerse para alcanzar una gestión integral de los residuos y desechos sólidos.

Cualquier política, dijo, debe ir acompañada de legislación, educación a la población y acciones sociales en favor de cientos de familias que hoy en día sobreviven de reciclar en los basureros municipales.

Guerra está de acuerdo con que dos años es muy poco tiempo para implementar la totalidad del Reglamento y cree muy probable que se amplíen los plazos; sin embargo, confía en que este tiempo al menos sirva para que los guatemaltecos adopten la práctica de separar los residuos entre orgánicos e inorgánicos.

Si es factible cumplie

El Marn afirmó que desde el año pasado desarrolla actividades de divulgación del Reglamento, a través de sus redes sociales, medios de comunicación, foros y talleres, entre otras modalidades. Además, se socializó la norma con los alcaldes de “todo el país”.

Otto René Sandoval Calderón, asesor ambiental del Marn, afirmó que las comunas han dado una “respuesta positiva” al Reglamento y han solicitado apoyo, por ejemplo, para cerrar vertederos, buscar lugares idóneos para plantas de procesamiento sobre cómo gestionar los residuos.

Sandoval considera “factible” cumplir con las disposiciones del Reglamento “toda vez la sensibilidad de los actores involucrados continúa a un nivel adecuado”. En ese sentido afirmó que el Marn seguirá con acciones de capacitación, socialización y educación ambiental.

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