Guatemala

Confiesan asesinato de dos niños de San Juan Sacatepéquez

Tres hombres y una mujer fueron capturados este jueves por el secuestro y asesinato de dos niños en San Juan Sacatepéquez, por quienes exigían Q1 millón de rescate, derivado de un conflicto de tierra.

Capturados habrían matado a dos niños en San Juan Sacatepéquez por un conflicto de tierras. (Foto Prensa Libre: PNC)

Capturados habrían matado a dos niños en San Juan Sacatepéquez por un conflicto de tierras. (Foto Prensa Libre: PNC)

Los aprehendidos son investigados por la muerte de Oscar Armando Top Cotzajay, de 11 años, y Carlos Daniel Top Xiquin, de 10, ocurrida el 10 de febrero último en San Juan Sacatepéquez, cuyos cadáveres fueron localizados días después en costales. 

Jorge Aguilar, vocero de la Policía Nacional Civil (PNC), dijo que uno de los capturados confesó el crimen. 

“Nos habían quitado un terreno que era de nosotros, nos habían dejado en la calle. Aquél -un hombre al que identificó como David- me dijo que le diera apoyo. Fui muy malo con los niños. Yo maté, los maté, pero por orden de David”, dijo Juan Peruch Mejía, uno de los capturados.

El detenido afirmó que para darle muerte a los menores utilizó un cuchillo, con el cual les ocasionó heridas en el cuello. Aseguró que está arrepentido de haber cometido el crimen.

“Me arrepiento de haberlo hecho porque no es mi trabajo. Yo soy comerciante, soy vendedor de tomate y cebolla”, expresó Peruch Mejía.

El subdirector de Operaciones de la PNC, Stu Velasco, dijo que la familia del niño Oscar Armando era la que tenía el problema de tierra con los victimarios.

Velasco explicó que la pugna entre las familias surgió por un terreno adquirido con un préstamo que se perdió, y que posteriormente compró el padre de Oscar Armando.

Detenido por turba

Luego de la confesión de Peruch Mejía, quien señaló en varias ocasiones a un sujeto de nombre David, los pobladores de la aldea Cerro Alto se organizaron para buscarlo y capturarlo.

El hombre, identificado como David Patzán Ajvix, fue localizado por la turba y luego fue azotado frente a la multitud en el centro de la aldea.

Posteriormente los vecinos accedieron a entregarlo a la Policía Nacional Civil (PNC) y esta lo trasladó a un juzgado de Mixco para que un juez decidiera su futuro. Hasta las 23 horas no se había realizado la audiencia.

Al final de la tarde la tensión continuaba en la aldea Cerro Alto. Los pobladores buscaban a otros familiares de los detenidos que, según ellos, están implicados en el doble crimen.

En su confesión, Peruch Mejía aseguró que David Patzán es su cuñado y fue quien le ordenó secuestrar y matar a los niños por la disputa de un terreno con el padre de uno de los menores.

Sin embargo, ninguna autoridad lo ha vinculado al caso. En declaraciones a periodistas, Patzán negó los señalamientos que hizo en su contra Peruch Mejía.

Capturados

  1. Juan Peruch Mejía, presunto líder de la estructura criminal, encargado de planificar, diseñar, ejecutar y de dirigir la acción criminal.
  2. Maria del Rosario Patzan Ajvix, quien seleccionó a las víctimas, realizó el estudio socioeconómico de la familia víctima y suministró todos los detalles al resto de la estructura criminal.
  3. Francisco Baten Soc, piloto del vehículo utilizado para cometer el crimen y financista de la estructura criminal.
  4. Augusto Baten Soc, negociador.

Pidieron rescate

El Ministerio Público (MP) y Gobernación revelaron en conferencia de prensa detalles de la investigación que llevó a la captura de los sospechosos.

El pasado 10 de febrero, los niños Oscar Armando y Carlos Daniel se dirigían a la escuela de la aldea Cerro Alto a eso de las 7.15 horas cuando fueron secuestrados y los llevaron a bordo de un vehículo tipo picop color negro.

Según vecinos, lo que observaron ese día era rutinario, ya que los menores abordaron el mismo automotor durante 15 días antes del hecho. Un día antes de que fueran plagiados, el picop estuvo circulando en los alrededores de las viviendas de las víctimas para vigilarlos.

A las 12 horas aproximadamente, María Cotzajay Top, madre de Oscar Armando, recibió una llamada teléfonica de un hombre, quien le exigió Q1 millón a cambio de no asesinar a su hijo.

Después, recibió otras cinco llamadas en las cuales amenazaban con matar a ambos menores si no entregaban la cantidad de dinero solicitada.

Las llamadas

Según la investigación, las primeras dos llamadas que hicieron los sospechosos para exigir el rescate se originaron en teléfonos públicos de Zaragoza, Chimaltenango.

A las 18.56 horas de ese día, los secuestradores hicieron otra llamada para presionar a la madre de uno de los niños para que pagaran el rescate, pero ella les dijo que su familia era de escasos recursos y no podían conseguir todo ese dinero. Esa llamada salió de un teléfono público ubicado en Santo Domingo Xenacoj, Sacatepéquez.

Un día después, los secuestradores llamaron de nuevo a las 16.54 horas, esta vez desde un teléfono público ubicado en la 9 avenida y 3 calle zona 19, colonia La Florida.

Durante los allanamientos las fuerzas de seguridad localizaron un par de zapatos y la gorra que supuestamente llevaba puestos Juan Peruch Mejía, presunto líder de los secuestradores, el 11 de febrero cuando hicieron la última llamada desde la colonia La Florida.

Momento en que un agente del comando antisecuestros notifica a Peruch Mejía el motivo de su detención:

“Cometí un error, me arrepiento de haberlo hecho, pero ya estoy aquí para venir a pagar por lo que hice. Yo no soy ladrón ni secuestrador, soy comerciante, ellos se tapan la cara, yo no me tapo la cara. Nos vamos a morir porque la piedra más grande siempre da vuelta”


Antecedente

En febrero último, Carlos Daniel Xiquin, de 10 años, y Óscar Armando Top Cotzajay, 11, fueron secuestrados por un hombre que conducía un carro negro cuando iban caminando hacia la escuela.

Eran amigos, vivían cerca, estudiaban juntos y todos los días hacían el recorrido a la escuela. Ambos fueron secuestrados el viernes, a eso de las 7 horas y despúes asesinados.

Los cadáveres fueron localizados el domingo, dos días despúes del secuestro en un área rural, a 34 kilómetros de la capital.

Los cadáveres de los menores estaban juntos, adentro de costales, atados de pies y manos, y con señales de violencia.

La Policía Nacional Civil dijo al hallar los cadáveres, que tenían señales de haber sido estrangulados, y posterioremente fueron colocados en los costales y abandonados en ese lugar.

Uno de los menores vestía un pantalón azul y sudadero negro, mientras que el otro tenía una pantaloneta azul, calcetines blancos y suéter negro.

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