Guatemala

Caso Melisa Palacios: Chats y videollamada revelan los momentos previos al crimen

Los mensajes y una videollamada muestran según la Fiscalía cómo se planificó el asesinato de Melisa Palacios. La vestimenta, amenazas y coordenadas del crimen: todo quedó registrado.

Melisa Palacios y María Fernanda Bonilla

El MP sostiene que el asesinato de Melisa Palacios no fue un acto impulsivo, sino el resultado de una planificación previa que se evidencia en mensajes. (Foto Prensa Libre: cortesía/Juan Diego González)

En la audiencia de etapa intermedia del caso Melisa Palacios, un representantes del MP y del Instituto de la Víctima expusieron que los mensajes y videollamadas previas al crimen ocurrido en 2021 podrían evidenciar indicios de planificación y premeditación.

Según el MP, desde la noche del 3 de julio del 2021, María Fernanda Bonilla y su guardaespaldas, José Luis Marroquín, acordaron “tomar ciertas acciones” que culminarían en el asesinato de Melisa.

Paralelamente, la acusada intercambiaba mensajes con la víctima: “la planificación y concertación que en algún momento se estaba plasmando a través de los dispositivos móviles y así mismo a través de los hechos”, declaró el fiscal del MP.

Los testimonios recabados en la audiencia permiten establecer la reunión pactada entre Melisa y María Fernanda para el día siguiente, el 4 de julio del 2021.

Según la Fiscalía, los mensajes de WhatsApp y registros de llamadas evidencian que Bonilla y Marroquín coordinaron una supuesta “cita” como señuelo para engañar a la víctima, sacarla de su casa y trasladarla en vehículo hasta un área boscosa y de difícil acceso, donde finalmente le habrían ocasionado la muerte.

Los fiscales también hicieron hincapié en que los acusados contaron con tiempo suficiente para reflexionar antes de ejecutar el crimen.

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La videollamada que mostró a la víctima

Durante la audiencia, se destacó que la víctima llevaba un vestido verde, un dato confirmado por los testigos.

Una amiga relató que recibió una videollamada de Bonilla desde el vehículo en el que transportaba a Melisa: “Lo curioso es que era una videollamada en la que ella no se miraba sino que estaba enfocando a alguien, y quién era esa persona. Era la víctima, quien venía caminando para poder ingresar al vehículo en el cual se dirigía María Fernanda Bonilla Archila”.

El recorrido documentado por cámaras de seguridad mostró paradas, cambios de dirección y lapsos prolongados entre cada movimiento. Para el MP, estos intervalos demuestran que hubo oportunidad de desistir, lo que contradice cualquier versión de un arrebato.

El fiscal explicó que ambos se dirigieron a un terreno despoblado: “se posicionan en un terreno con arbusto, ubicado en el basurero en camino de terracería... lugar donde en este caso, María Fernanda Bonilla Archila, conjuntamente con José Luis Marroquín, agrede, en primera línea, de forma verbal, y posteriormente de forma física a la señorita Melisa Palacios”.

La brutalidad del crimen también fue descrita. Peritajes forenses confirmaron que Melisa fue asfixiada, arrastrada más de 22 metros, obligada a atravesar un alambre de púas y, finalmente, golpeada en la cabeza con una piedra hasta provocarle fracturas fatales.

Además, los acusados exigieron la contraseña de su celular y grabaron audios, lo que a criterio del MP demuestra que actuaron con un objetivo instrumental y calculado, más allá de la agresión física.

El examen forense confirmó que Melisa estaba viva al momento de ser estrangulada: “la víctima, previo a darle muerte con un objeto contuso, fue sometida a circunstancias y hechos de violencia y vejámenes, y derivado a eso fue sometida a un proceso de estrangulación".

"Efectivamente, se logra establecer que presentaba un surco, una marca que deja en algún momento un material, que pudo haber sido un lazo o pita”, detalló el fiscal.

Enviados a juicio

El Juzgado de Mayor Riesgo C, a cargo de la jueza Carol Yesenia Berganza, resolvió el 2 de septiembre del 2025, enviar a juicio a Bonilla y Marroquín, señalados como responsables del asesinato de Melisa, ocurrido en un paraje despoblado de Río Hondo, Zacapa.

La investigación apunta a un asesinato premeditado, sustentado en mensajes, videollamadas, peritajes y registros de cámaras de seguridad que reconstruyen los últimos momentos de la víctima.

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ESCRITO POR:

Sandy Pineda

Periodista de Prensa Libre especializada en política y temas sociales con 7 años de experiencia. Parte del programa International Women's Media Foundation (IWMF) en 2019, y del proyecto Ciclos de Actualización para Periodistas (CAP) 2023.