Guatemala

Menores piden evitar deportación de sus padres

Con el temor de acciones migratorias que deriven en procesos de deportación, niños y niñas hijos de migrantes piden que se detenga el procedimiento.

Menores piden que no sean deportados y que sus familias puedan estar unidas. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

Menores piden que no sean deportados y que sus familias puedan estar unidas. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

Las peticiones se dan en la víspera de la Navidad y ante la llegada del presidente electo Donald Trump desde el 20 de enero en la Casa Blanca.

Aunque algunas ciudades importantes han manifestado que no colaborarán con inmigración para detener a indocumentados, los menores temen que sus padres sean retornados a sus países de origen.

“Por favor, mantengan a nuestras familias juntas. Queremos estar juntos, vivir juntos”, expresó Angélica Jimenez, una niña estadounidense de 13 años cuyo papá fue deportado a Guatemala hace cuatro años tras haber sido arrestado por manejar con una licencia de conducir vencida.

“Tengo miedo porque mi papá fue deportado y mi mamá nos cuida y nos protege. No queremos estar con otras familias sustitutas”, dijo la chica en nombre de ella y sus cuatro hermanos.

A su lado, Melanie González, de 11 años, coincidió en que su deseo de Navidad también era mantener unida a su familia.

“Los quiero mucho. Tengo miedo y no quiero que se vayan lejos sin nosotros”, afirmó la niña nacida en Estados Unidos, cuyos padres llegaron hace 10 años sin papeles.

Los niños vestidos con gorros rojos de Navidad le entregaron un centenar de cartas al alcalde de Miami, Carlos Giménez, en las que expresan que su deseo para esta época es que sus padres no sean deportados y sus familias se mantengan unidas.

“Miami no es una ciudad santuario (…). Cuando una agencia federal desea ayuda, los ayudamos, pero no somos agentes de inmigración. Cumplimos con las leyes federales”, manifestó Giménez ante los niños que acudieron a su despacho a pedirle que mantuviera unidas a sus familias.

“Tenemos ciertas políticas de inmigración. No preguntamos si son legales o no”, expresó y de inmediato dijo que estaba en favor de una reforma migratoria integral y también de asegurar las fronteras.

El condado de Miami-Dade no será un santuario para los inmigrantes que se encuentren en el país de manera ilegal, pero sus funcionarios no realizarán tareas que les corresponden a los agentes federales de inmigración, remarcó Giménez.

Numerosas ciudades de EE. UU., entre ellas Nueva York, Los Angeles y Chicago, han manifestado abiertamente que funcionarán como santuarios de inmigrantes y no colaborarán con las autoridades de inmigración para detener a extranjeros que permanecen en el país sin autorización.

En el condado de Miami-Dade vive una numerosa comunidad de inmigrantes. Aunque su perfil ha cambiado y es cada vez más diverso, la mayoría de ellos, sin embargo, es de origen cubano y por ello está amparada bajo normativas que le concede a poco de llegar un estatus legal.

Las declaraciones de Giménez tuvieron lugar en momentos que los inmigrantes que están sin papeles temen que Trump cumpla con sus promesas electorales de deportar a 11 millones de indocumentados.

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