Guatemala

Presupuesto 2018 fracasa y seguirá vigente el de 2017

Analistas económicos consideran que el escenario para el próximo año es malo con la continuación del presupuesto de 2017 para el funcionamiento del Estado, pero habría sido peor si el proyecto del Ejecutivo para 2018 hubiera sido aprobado.

Se esperaba que hoy los diputados aprobaran la nueva propuesta de presupuesto. (Foto Prensa Libre: Carlos Hernández)

Se esperaba que hoy los diputados aprobaran la nueva propuesta de presupuesto. (Foto Prensa Libre: Carlos Hernández)

“Lo malo era que el presupuesto no se aprobara y lo peor era que el presupuesto se aprobara”, afirmó Ricardo Barrientos, especialista en política fiscal de Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales, (Icefi).


“El presupuesto que se ejecuta en 2017 fue diseñado y aprobado para esta realidad y este tendrá que ser adaptado para la realidad del 2018. Es una pena que el Gobierno haya hecho una propuesta muy mala y que la Comisión de Finanzas Públicas y Moneda la haya empeorado”, indicó Barrientos.

Ramón Parellada, experto del Centro de Estudios Económicos y Sociales (Cees),  afirmó que la razón por la que no se aprobó el presupuesto fue política, una razón que no es la correcta porque se debieron considerar argumentos financieros y económicos.

“El presupuesto estaba desfinanciado, los ingresos estaban sobreestimados, iba a haber más deuda de lo que ha existido jamás y los gastos estaban inflados”, indicó Parellada.

El plan B

Los analistas concuerdan que ante este escenario el Ejecutivo deberá poner en marcha el plan B, es decir la readecuación del presupuesto del 2017 para el próximo año.

“Definitivamente va a incluir ir cuanto antes al Congreso para ver que les aprueben la aprobación de la emisión y colocación de bonos del tesoro, porque si bien es cierto que se ejecuta el presupuesto de 2017 la aprobación de bonos para 2018 no se traslada automáticamente”, dijo Barrientos.

Agregó que lo que toca ahora es revisar las asignaciones de gasto y en lo que respecta a la recaudación tributaria habría que ver el plan de fiscalización de la SAT y no ampliar el techo presupuestario financiado con ingresos tributarios.

“Hasta no ver hasta dónde es factible, esos serían los primeros retos que va a enfrentar el Ejecutivo”, dijo el experto.

“Habrá unos Q59 mil millones en ingresos tributarios -impuestos- y creo que el Ejecutivo debería tratar de frenar y reducir los gastos de funcionamiento. Debería de frenar cualquier iniciativa para ingresar más personas, creo que debería tener un plan bien claro donde se apruebe eliminar algún ministerio”, aseveró Parellada.

Indicó que simplemente hay que tratar de tener unas finanzas ajustadas y que se elimine totalmente el déficit, eso sería una buena noticia.

“Primero tiene que priorizar gastos, la prioridad debe ser seguridad y justicia y debe contener el gasto. Segundo no va a poder funcionar bien si no llega a algún acuerdo político, se ve que hay mucha intransigencia y en el Congreso no se puede trabajar si no hay acuerdo. Van a tener que ceder en algunos puntos para que exista apoyo sino van a seguir trabajando por inercia”, acotó Parellada.

Pierden batalla

La sesión plenaria para aprobar el presupuesto estaba convocada para las 10 horas. Fue precisamente a esa hora que las cosas comenzaron a estar en contra de la bancada Frente de Convergencia Nacional (FCN-Nación).

La bancada Todos, que fue vital para levantar la sesión permanente el pasado martes con 10 de los 81 votos, anunció en conferencia de prensa que las enmiendas a los artículos que proponía no habían sido aceptadas y por lo tanto no apoyaría el presupuesto.

Felipe Alejos, de ese bloque, afirmó que no fueron tomadas en cuenta las enmiendas a los artículos 31, 52, 56 y 94, que básicamente prohibían que la deuda fuera usada para funcionamiento y desaparecía el bolsón de recursos para los Consejos Departamentales de Desarrollo.

Pasó una hora y 40 minutos más para que comenzara la sesión plenaria con la presencia de 89 diputados. En primera instancia se presentó una moción para que se aprobara un orden del día y se conociera el presupuesto del Congreso y luego el del Estado.

La moción fue improbada con 53 votos. Esto puso en alerta a los parlamentarios oficialistas, por lo que se apresuraron a pedir que se votara por el orden del día original que solo contenía la aprobación en tercera lectura del presupuesto.

La votación estuvo abierta por poco más de cinco minutos, sin embargo, el tablero electrónico no pasó de más de 61 congresistas. Al cabo de un momento más, la Junta Directiva cerró la votación.

Fue un revés del cual el partido oficial no se pudo recuperar. Fue evidente que algunos diputados oficialistas intentaron convencer a otros diputados pues aún quedaba la posibilidad de plantear otra moción, la cual nunca llegó

Momento decisivo

Al cabo de unos minutos los cuales se consumieron con diputados razonando su voto, el jefe de la bancada oficial Javier Hernández, se desmarcó del tablero electrónico y salió del hemiciclo parlamentario.

En los pasillos del Congreso fue abordado por periodistas. “Como vieron, no se aprobó la agenda del día, no vamos a poder entrar a conocer el presupuesto”, afirmó.

“Ahora veremos cómo se reordena el Ejecutivo y ver cómo sale adelante el país”, aseveró cuando se le preguntó qué pasaría.

El parlamentario oficialista negó que no hayan tomado en cuenta las enmiendas que el partido Todos presentó. “Ayer en la noche dije que estábamos considerando y apoyaríamos las enmiendas para obtener los votos necesarios”, aseveró.

Cuando se le consultó qué fue lo que pasó y por qué no consiguió el apoyo, Hernández Franco dijo: “Creo que presión mediática en algún momento o simplemente no hay interés por ver el desarrollo de Guatemala. Fue el país el que perdió”.

“El plan B es el reordenamiento del presupuesto. No hay forma de poder pasar el presupuesto no tenemos los votos”, aseveró el parlamentario.

Luego de que Hernández Franco se retirara del hemiciclo, la discusión seguía en el Congreso. Luego de varios minutos más el presidente del Congreso, Óscar Chinchilla, indicó que por no aprobarse el orden del día se levantaba la sesión y se cerraba el segundo periodo de sesiones ordinarias del 2017.

Con esto se sepultó por completo las posibilidades de que el oficialismo pudiera aprobar un plan de gastos para el próximo año el cual recibió críticas no solo de diputados sino de otros sectores de la sociedad.