IDEAS

De minihábitos a transformación total

La semana pasada hablé sobre los objetivos que nos podemos trazar para este año y traté brevemente algunas estrategias de cómo alcanzarlos. Aprovechando que todavía no ha “arrancado” el año para muchos y realmente hasta la semana entrante estaremos ya todos en actividad, aprovecho para trasladarles lo que he ido aprendiendo sobre cómo lograr los objetivos que uno se propone.

Mencionaba la semana pasada sobre las dos grandes estrategias para alcanzar los objetivos. Una se enfoca en trazar los pasos necesarios para alcanzar el objetivo y caminarlos, y la otra plantea mejor enfocarse en desarrollar hábitos que lo acerquen a uno a su objetivo. Yo confieso que la primera opción no me ha funcionado muy bien a mí. No digo que no sea útil ni que no haya muchas personas para quienes esa estrategia sea la mejor, simplemente que a mí me es difícil visualizar todos los pasos necesarios para alcanzar un objetivo.

Así que mejor me he enfocado en la segunda estrategia, la de generar los hábitos que me ayudarán a alcanzar mis objetivos. En este caso, lo que hay que entender es que lo que importa —y tiene resultados en el largo plazo— es lo que hacemos todos los días, los hábitos. El secreto es que hagamos todos los días aquellas cosas que nos acercan a nuestros objetivos y no hagamos aquellas que nos alejan de ellos.

Por supuesto que siempre es más fácil hablar de los buenos hábitos que implementarlos. En años pasados mencioné algunas técnicas para ayudarnos a adquirirlos, como, por ejemplo, la de los minihábitos. Esta se basa en entender que si nos planteamos cambios gigantescos en nuestra vida, difícilmente los lograremos, y que es más fácil empezar con tareas muy sencillas, las cuales implican muy poco esfuerzo y, por tanto, poca resistencia, pero si las logramos interiorizar y repetir lo suficiente, se convertirán en un hábito y, a partir de allí, podemos hacerlos más grandes. Si quiere conocer más sobre esta técnica, le recomiendo leer el libro: Mini Habits, de Stephen Guise.

Esta semana leí el libro Atomic Habits, de James Clear, que considero complementa muy bien el libro que mencioné anteriormente. En él se plantea también el concepto de lograr hábitos pequeños, pero elabora más en cuanto a cómo irlos cimentando en nuestra vida. Plantea, por ejemplo, que los hábitos se disparan con señales y que entonces lo que tenemos que hacer es arreglar nuestro ambiente, sea de trabajo o en el hogar, para que se disparen esos hábitos que deseamos implantar. Lo mismo aplica para cosas tan sencillas como poner alarmas en nuestros celulares para recordarnos las cosas que debemos hacer habitualmente.

Otro concepto es que a los humanos nos motiva la anticipación de las recompensas, así que debemos lograr que los hábitos que deseamos implantar en nuestra vida sean atractivos para nosotros, al grado que los lleguemos a desear. La mejor forma de lograr esto, particularmente con cosas que no nos llaman tanto la atención, es vincularlo a cosas que sí nos atraigan. Por ejemplo, si a usted le gusta ver series de Netflix, pero no le gusta hacer ejercicio, puede vincular el que solo va a ver Netflix cuando esté utilizando la caminadora o que verá un capítulo de su serie preferida después de completar su rutina de ejercicios. Adicionalmente, debe tratar de hacer que sea lo más fácil posible realizar las actividades que quiere que se conviertan en hábitos.

Esto es solo un inicio. Si realmente está interesado en cambiar sus hábitos, le recomiendo, por lo menos, leer ese par de libros. Que 2019 le llene de satisfacciones cuando alcance sus metas.

Fb/jjliber

ESCRITO POR:

Jorge Jacobs

Empresario. Conductor de programas de opinión en Libertópolis. Analista del servicio Analyze. Fue director ejecutivo del Centro de Estudios Económico-Sociales (CEES).

ARCHIVADO EN: