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Cuánto elevó la pandemia la deuda pública en Centroamérica (y en qué lugar está Guatemala)

En año y medio, los gobiernos centroamericanos se han endeudado por casi US$10 mil millones para atender la emergencia por el Covid-19, lo que preocupa a las calificadoras de riesgo.

Los Gobiernos aumentaron los gastos en los sistemas de Salud para atender la pandemia y esa deuda se comenzará a pagar. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca)

Los Gobiernos aumentaron los gastos en los sistemas de Salud para atender la pandemia y esa deuda se comenzará a pagar. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca)

Los efectos de la pandemia y la lucha para evitar que el virus se expanda y diezme a sus poblaciones, requieren a diario de recursos que los países centroamericanos no tienen, por lo que han salido al mercado internacional para contratar préstamos de mediano y largo plazo.

Antes del 2020, toda Centroamérica ya estaba endeudada y sus presupuestos mostraban déficits, desde marzo del año mencionado, el gasto público de la región  se  incrementado más del 12.9%, a efecto de ejecutar programas extraordinarios de apoyo a las familias y las empresas, así como para hacer frente a las compras de medicamentos, vacunas, servicios e infraestructura.

En cifras, el nuevo endeudamiento se calcula en US$9 mil 331 millones, equivalente a 6.6% del Producto Interno Bruto (PIB) regional el año pasado, según el documento Estabilización de las finanzas públicas durante la pandemia del virus covid-19 que elaboró el Consejo Monetario Centroamericano (CMC).

“La capacidad de estas economías para resistir este estrés financiero se ve complicada, debido a varios factores que inciden negativamente, como los crecientes déficits fiscales y de cuenta corriente que se han observado de forma constante en años prepandemia”, subraya el informe.

En pocas palabras, las economías han cambiado su estrategia de endeudamiento y hoy acuden a fuentes de recursos más riesgosas, optando por colocar deuda con mayor costo y riesgo, lo que empeora por las condiciones actuales. Y las agencias que califican el riesgo país, así como el Fondo Monetario Internacional (FMI) ya están al tanto de estas situaciones

Pasar la factura

El economista Edwin Matul, exgerente del Banco de Guatemala, explicó que la forma en que se pasará la factura en el caso del Guatemala, está dada por el aumento en el nivel de endeudamiento, que es consistente con el alto déficit fiscal –gastos programados por el Estado que superan los ingresos- que se tuvo en el 2020 y que equivale al 4.9% del PIB.

“Hablamos de la factura porque esta deuda hay que pagarla, así como los intereses. ¿Cómo se paga? La vía correcta es la tributaria, pero tenemos claridad en que la carga tributaria es relativamente baja”, apuntó.

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“En todo caso, este será un tema que se diferirá en el tiempo, pero por ejemplo, en el proyecto de presupuesto estatal 2022, ya se incorporará un incremento en el pago de capital y de intereses por esa deuda del 2020. En los presupuestos subsiguientes, debería evidenciarse un alza en los pagos relativos al mantenimiento de la deuda pública”, puntualizó.

Matul considera que en otros países, los Gobiernos pudieron  tener ahorros fiscales para enfrentar un mayor gasto en Salud y atender la pandemia, pero en el caso de Guatemala, nunca ha habido ahorros, sino déficits fiscales y “el pago de aquí en adelante se verá reflejado en los siguientes presupuestos”.

Reconoció que el problema fue mundial, pero hay países que tienen una mejor capacidad para enfrentar el problema tomando en cuenta que cuentan con una mayor carga tributaria, sobre todo en países europeos y Estados Unidos. “Pero en Latinoamérica, Centroamérica y especialmente en Guatemala, es una situación complicada”.

“Lo que pasó en el 2020 fue un problema adicional y la suerte de Guatemala es que no está tan complicada respecto a otros países del área. “El endeudamiento respecto al PIB es alto, pero como en otras naciones; lo que sí complica la situación es el bajo nivel los ingresos tributarios y ese es “el gran talón de Aquiles”, afirmó el especialista.

¿Cómo nos ven?

Las agencias calificadoras de riesgo país ya han reaccionado por los niveles de endeudamiento reciente, por lo que sus perspectivas han variado, ya que el tema de las finanzas públicas es parte de las mediciones que realizan periódicamente, aparte de la gobernanza y el tema político.

El informe de coyuntura mensual de julio último del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), expone que la deuda pública respecto al PIB en el mundo se incrementó de 66.6% en 2019 a 77.8% en 2020, mientras que en América Latina y el Caribe (ALC) el alza observada fue mayor, al pasar de 53.9% en 2019 a 69.4% en 2020.

En Centroamérica aumentó 14.8 puntos porcentuales hasta alcanzar 72.9% del PIB  y los países con mayor deuda después de Belice fueron El Salvador (91.8%) y Costa Rica (79.3%). Por lo tanto, el porcentaje regional mencionado fue mayor al incremento mundial de 11.3% pero menor al de ALC, de 15.5%.

En el caso de Guatemala, su deuda equivale al 31.3% del PIB, lo que implica un incremento de 5.3%, tomando en cuenta que en el 2019, la cifra alcanzaba 26%. Esa situación también provocó que el déficit fiscal alcanzar 4.9%, indicador nunca visto en las cifras de crédito público.

El monto del endeudamiento en bonos fue de Q30 mil millones que se destinaron a atender los programas Bono Familia y Alimentación en Pandemia, así como a fortalecer las finanzas del sector Salud.

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La emisión de bonos para el 2021 quedó en Q20 mil millones, y se proyecta un déficit fiscal de 3.3% para este año, según el dato proporcionado por las autoridades del Tesoro cuando se presentó el proyecto de presupuesto 2022 al Congreso el pasado 2 de septiembre.

Y para el próximo año se plantea una deuda bonificada de Q16 mil 963 millones, así como un déficit fiscal de 2.8%.

Ante esto, las agencias de calificación de riesgo país mantuvieron las notas, pero con cambios en las perspectivas. Por ejemplo, al 5 de agosto último, la agencia Moody´s tiene la nota de Ba1 con perspectiva negativa y antes era Estable.

Para Standard & Poors, la calificación es BB- con perspectiva estable y la agencia Fitch la tiene en BB- estable, según el portal del BCIE.

ESCRITO POR:

Urias Gamarro

Periodista especializado en macroeconomía, finanzas públicas e infraestructura, con 20 años de experiencia en medios radiales, impresos y digitales.