Salud y Familia

Consejos para una higiene adecuada de gatos

Es común escuchar la frase “los gatos son animales muy limpios” y, aunque es una aseveración verdadera por particularidades de su naturaleza, no hay que olvidar que también, en gran parte, hay aspectos de higiene que son responsabilidad de los dueños.

Consejos para una higiene adecuada de gatos

Se recomienda cepillar con cepillo especial a gatos de pelaje largo, para retirar el pelo muerto y así evitar que lo ingieran en exceso. Además, ayuda a tener un pelo sedoso, verificar si tienen parásitos y a fortalecer el acercamiento dueño-animal. (Foto Prensa Libre, Shutterstock)

Una pregunta que se hacen con frecuencia muchos amos es si se debe o no bañar a estos animales. Según expertas consultadas, la respuesta es no, en parte. Sucede que entre los hábitos naturales de los gatos está el acicalamiento, por lo que ellos se retiran suciedad y olores de su pelaje.

Por ende, se desaconseja bañarlos, a menos de que sea en ciertas circunstancias; por ejemplo, que se hayan ensuciado con sustancias de difícil limpieza, como lodo o pintura; si se le están aplicando baños medicados, por algún padecimiento de piel, pero solo por indicaciones del veterinario, o si son gatos rescatados a quienes se les debe eliminar suciedad o pulgas.

En estos casos, debe utilizarse agua tibia, que se le vierte poco a poco, y procurar mantener al gato tranquilo, refieren la médica veterinaria Madjorie Ochoa, especializada en Medicina Felina, e Irene Velásquez, técnico inspector de campo, ambas de la Unidad de Bienestar Animal del Ministerio de Agricultura.

Es fundamental que se evite que ingrese el agua en los oídos. Ochoa y Velásquez recomiendan limpiar las orejas con toallita húmeda, sin perfume. La médica veterinaria Nicole Byrne aconseja limpiar las orejas con bolitas de algodón, pero no de manera profunda, para evitar dañar el oído. Debe utilizarse champú para gatos, únicamente recomendado por el veterinario.

También, se les puede aplicar espumas para baños en seco, solo si se ensucia, pues es un producto al cual no está acostumbrado el gato, afirman Ochoa y Velásquez.

Cepillado

Se recomienda cepillar a gatos de pelo largo con cepillo especial para felinos, que no tiene cerdas duras, pues la piel de estos animales es sensible, en la dirección hacia donde crece el pelaje, para evitar nudos, dolorosos e incómodos.

Se les debe acostumbrar desde pequeños a ser cepillados, acción que pueden relacionar con algún estímulo positivo, al darles premios como snacks. Se aconseja que sea tres veces a la semana.

El cepillado ayuda a detectar si el gato tiene parásitos externos o lesiones en la piel. El antiparasitario que recomienda Byrne es en forma de pipeta, que se aplica cada tres meses, para eliminar parásitos externos e internos.

Bolas de pelo

Ochoa y Velásquez exponen que el gato, durante el acicalamiento, ingiere cierta cantidad de pelos acumulados y al no poder digerirlos, los vomita en forma de bolas, lo cual es natural. Algunos concentrados contienen ciertos aditivos para mejorar la digestión y facilitar que el pelo pase por el tránsito intestinal.

Las expertas no recomiendan el consumo de gramas con ese fin, pues los gatos las vomitan enteras porque su sistema digestivo no está capacitado para digerirlas, y no les ayuda a expulsar pelo. Por eso es importante cepillarlos, para retirar el pelo muerto.

Sin corte de uñas

Byrne desaconseja cortarle las uñas a los gatos, pues es parte de su conducta natural afilarlas para hacer marcaje de territorio, pues dejan señales de feromonas con las glándulas en sus patas. El amo no debe cortárselas, pues en la parte interna de la uña hay una vena que si se lastima, puede causarle una herida grave.

Se aconseja que los gatos tengan rascadores, o usar feromonas artificiales, que los tranquiliza y los orienta a dónde deben de rascar. Byrne recuerda que desde el 2017 está prohibido en Guatemala, según la Ley de Bienestar Animal, la mutilación de la tercera falange de los gatos, que se hace en algunos países para evitar que el animal aruñe objetos en el hogar, y lo cual es una infracción muy grave.

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Areneros

La cantidad de areneros en el hogar depende de cuántos gatos la habiten y uno más. Por ejemplo, si hay dos gatos, se necesitan tres, colocados en diferentes lugares, alejados de corredores o pasillos, donde ocurre movimiento constante de personas. Al felino le gusta hacer sus necesidades fisiológicas en un sitio tranquilo.

Hay areneros que traen una cubierta en forma de casa, que pueden utilizarse para mayor privacidad, pero también su limpieza debe ser diaria. “Si está sucio el arenero, el gato puede aguantarse y eso le puede producir afecciones del aparato urinario”, dice Byrne.

Los areneros de gatos deben limpiarse a diario. (Foto Prensa Libre, Shutterstock)

Se recomienda cambiar la arena totalmente, al menos, una vez al mes y utilizar arena aglutinante para que se facilite la limpieza y retenga olores. Si el gato ve su arenero sucio, puede ser que haga sus necesidades en otro lugar.

Byrne desaconseja que el gato utilice el jardín como baño, pues aunque es cómodo para el dueño, porque no debe limpiar, con el uso del arenero se puede observar alguna anormalidad de las heces y orina que puede indicar alguna afección. Si el dueño observa que el gato no utiliza el arenero, puede ser síntoma de algún problema urinario como incontinencia o porque demuestra alguna incomodidad en casa como mudanza o llegada de otro animal.

Si no está acostumbrado el animal, las expertas consultadas desaconsejan hacerle grooming al gato, para evitar que se estrese por el contacto con perros o personas extrañas y, como se explicó anteriormente, no es necesario bañarlo, a menos que sea necesario, ni cortarle las uñas ni el pelo.

Por último, Byrne recomienda lavar los platos del concentrado, al menos, una vez a la semana, y para que tengan disposición de agua fresca, usar “fuentes para gatos” automáticas, que deben limpiarse con frecuencia porque acumulan bacterias.

Limpieza dental

  • Recomendaciones de la médica veterinaria Nicole Byrne:
  • Cuando el gato es pequeño, se le puede acostumbrar a lavarle los dientes con cepillo de bebé con pastas especiales.
  • Si es adulto, se le puede aplicar en la boca gel antiplaca bacteriana o productos hechos de enzimas para eliminar el sarro, dos o tres veces a la semana.
  • También, se puede diluir un producto en el agua que actúa como enjuague bucal.
  • Se recomienda llevarlo a revisión y limpieza dental con el veterinario, al menos, una vez al año, para evitar enfermedad periodontal, gingivitis o pérdida de piezas

ESCRITO POR:

Brenda Martínez

Periodista de Prensa Libre especializada en historia y antropología con 16 años de experiencia. Reconocida con el premio a Mejor Reportaje del Año de Prensa Libre en tres ocasiones.

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