Salud y Familia

Salud mental y exceso de peso: Desafíos para los pacientes y la sociedad

El sobrepeso y la obesidad afectan en todo el mundo, por ello es necesario concientizar y evitar los estigmas alrededor del padecimiento.

Salud mental y exceso de peso: Desafíos para los pacientes y la sociedad

La tamaño del cuerpo es un aspecto crucial en las personas. (Foto Prensa Libre: Shutterstock)

No sería mentira decir que en la actualidad todos conocemos o sabemos de al menos una persona que tenga exceso de peso.

Hasta 2017, un 71% de los adultos que vivían en la capital y el 66% de quienes habitaban en el resto de Guatemala padecían sobrepeso y obesidad, según datos recopilados ese año en una encuesta del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social.

En el mismo informe se reveló que tan solo en el departamento de Guatemala el 33% de adultos padecía obesidad y un 38% sobrepeso para ese entonces.

Según la Organización Mundial de Salud (OMS) ambos padecimientos hacen referencia a una “acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud”.

Para cuantificar y clasificar los casos se utiliza el índice de masa corporal (IMC), mismo que resulta del cálculo de la división del peso de una persona en kilos por el cuadrado de su talla en metros.

De esa cuenta, la obesidad ocurre cuando las personas tienen un IMC igual o superior a 30, y el sobrepeso cuando es igual o superior a 25.

La doctora Andrea Soria, asesora médica regional de la empresa farmacéutica Novo Nordisk, explica que el sobrepeso y la obesidad son padecimientos que afectan al área fisiológica y biológica en las personas de manera progresiva y no repentina.

Esto, agrega la especialista, podría estar vinculado a un desbalance energético el cual no es causado únicamente por la ingesta excedente de alimentos y la falta de ejercicio, como suele atribuírsele muchas veces a quienes tienen sobrepeso y obesidad.

“Hay muchos factores que pueden acrecentarlo como la disminución del sueño, el aumento del estrés crónico, los disruptores endocrinos y ciertos medicamentos. De manera especial, la genética también influye”, apunta Soria.

Según datos de la OMS, la obesidad se ha casi triplicado desde 1975. Tan solo en 2016, más de mil 900 millones de adultos de 18 o más años tenían sobrepeso y de esos, 650 millones padecían obesidad.

Ese mismo año se registró que más de 340 millones de niños y adolescentes -entre 5 a 19 años- tenían sobrepeso u obesidad, según la organización mundial.

El sobrepeso y obesidad afectan de igual manera a los adultos de cualquier género. (Foto Prensa Libre: Shutterstock)

El doctor en medicina y gerente médico de obesidad en Novo Nordisk, Eric Pasco, aduce que la obesidad suele estar muy presente en personas adultas, pero actualmente el sedentarismo provoca un incremento en los casos de menores de edad.

Más allá del exceso de masa corporal que tienen las personas, algunos efectos metabólicos suelen ser prediabetes, diabetes, hipertensión arterial o síndrome de ovario poliquístico (en el caso de mujeres cisgénero).

Asimismo, la OMS apunta que un IMC elevado es un factor de riesgo para desarrollar enfermedades cardiovasculares como cardiopatías o accidentes cerebrovasculares; la osteoartritis que degenera articulaciones; y también algunos cánceres como el de mama, próstata, ovarios, hígado, endometrio, vesícula biliar, riñones y colon.

En el caso de la obesidad infantil algunas afecciones pueden verse en las complicaciones para respirar, un mayor riesgo de fracturas o hipertensión, así como la presencia temprana de enfermedades cardiovasculares y resistencia a la insulina, establecen datos de la OMS.

Los efectos del exceso de peso tanto para menores de edad como para adultos también se acentúan en el área emocional y mental.

Entre el exceso de peso y la salud mental

La doctora en psicología clínica Verónica Vázquez, quien se ha especializado en la relación entre la obesidad y salud mental, aduce que el exceso de masa corporal, más allá de tener evidentes impactos en las áreas psicológicas, no es un trastorno mental en sí.

Los efectos mentales pueden ser una causa o consecuencia del exceso de peso, agrega Vázquez quien preside la organización internacional Obesidades.

Tres de cada diez pacientes con obesidad pueden tener padecimientos como depresión, ansiedad, o trastornos por déficit de atención. Esto se suma a una lista de estigmas que atraviesan a los pacientes con exceso de peso, dice la psicóloga.

Algunos de esos estigmas consisten muchas veces en creencias erróneas en cuanto a que las personas con obesidad no tienen una voluntad para cambiar o que suelen tener el cuadro ya que comen demasiado o no se ejercitan, dice Vásquez.

Los estigmas sociales respecto al cuerpo pueden provocar aislamiento y rechazo en las personas con exceso de peso. (Foto Prensa Libre: Shutterstock)El problema de los estigmas tiene que ver con la dirección que toman al convertirse en prejuicios y formas de discriminación. Dichas expresiones, señala la doctora, suelen tener presencia en todas las capas sociales y afectan tanto emocional como mentalmente a las personas con obesidad y/o sobrepeso.

Vázquez apunta que la discriminación que sufren estos pacientes puede verse cuando tienen menos posibilidades de acceder a trabajos donde haya contacto con otras personas “ya que no dan una buena impresión”; el asumir que no son competentes; las dificultades para encontrar vestimenta e incluso el simple hecho de no poder utilizar cinturones de seguridad en medios de transporte.

Dichos escenarios pueden generar un ciclo de sentimientos negativos que se suman al aislamiento y el rechazo que sufren las personas con exceso de peso hacia ellas mismas. Esta dinámica se alimenta también por presiones sociales que cada vez más exigen una figura de cuerpo “idónea”.   

Lo anterior ha sido provocado en muchas ocasiones por el exceso de publicidad donde se insiste en ciertos cánones estéticos y se desvalidan cuerpos grandes. “Esto puede llevar a un sabotaje porque las personas empiezan a seguir metas irreales para mejorar su cuerpo, con el cual están insatisfechos por la presión”, dice la doctora Vásquez.

La frustración puede surgir cuando las personas se plantean metas para tener cuerpos “idóneos”. (Foto Prensa Libre: Shutterstock)

De esta cuenta ha surgido la necesidad por buscar dietas riesgosas o medicamentos no aprobados para erradicar la obesidad. Más que terminar con ella, es necesario que las personas busquen tratarla, dice Vázquez.

La doctora explica que un primer paso para que los pacientes con obesidad y/o sobrepeso tomen acción puede empezar con erradicar el estigma detrás de su padecimiento. Una gran certeza es saber que esta puede manejarse y no siempre tiene que ver con una disminución del tamaño del cuerpo, sino con la manera en la que se vive física y mentalmente.

Por otro lado, es necesario que todas las personas en la sociedad tomen consciencia y se sensibilicen ante los cuadros por exceso de peso. Se puede iniciar erradicando conceptos como “gordo(a)” en la comunicación. “La enfermedad no define a las personas”, destaca la especialista.

El doctor Eric Pasco agrega que el tratamiento hacia la obesidad y sobrepeso es multidisciplinario ya que requiere de cambios en el estilo de vida de las personas, puesto que implica una mejor alimentación, más actividad física, y cuidar los hábitos de sueño, a la vez que se requiere una mejor perspectiva de vida. Esto provocará beneficios tanto en el plano físico como mental.

La alimentación y las emociones

La nutricionista Gabriela Cruz, comparte que el exceso de peso, además de deberse a condiciones genéticas, corporales y de ingesta, guarda una relación con las emociones. Esto debe considerarse sobre todo ante la insistencia de la sociedad por valorar la parte estética de las personas, infiere la especialista.

“Muchos hacen dieta y a pesar de ello no logran bajar de peso. Hay emociones guardadas que hacen sentir inseguridad en el proceso y por ende se vuele complicado lograr una meta”, expresa la nutricionista quien insiste en que las personas deben sintonizar sus acciones con las emociones a la hora de alimentarse y buscar una mejoría fisiológica.  

Desde su praxis, Gabriela ha empleado la sanación zeta (o Thetahealing), una técnica de ayuda mediante la cual se busca rectificar las creencias limitantes en el subconsciente que impiden alcanzar objetivos en la vida, entre ellos, temas de salud.

La obesidad puede tratarse e implica un cambio en la forma de ver la vida. (Foto Prensa Libre: Shutterstock)

La nutricionista explica que esta modalidad podría ser un ejemplo de cómo se puede actuar frente a la erradicación de ciertos estigmas interiorizados en quienes tienen exceso de peso. Esto ayuda a las personas a conciliar con sus cuerpos y liberar el verdadero peso emocional que guardan.

Es importante que el proceso para mejorar la fisiología en personas con exceso de peso no sea vistos como un castigo, ya que fomenta un odio hacia su corporalidad. “Se debe escuchar el cuerpo y contactar con las emociones que nos llevan a ingerir alimentos para propiciar un cambio”.

Los entrevistados recomiendan siempre a las personas con exceso de peso buscar a especialistas en temas de salud física, alimenticia y psicológica para trazar los cambios que desean.

ESCRITO POR:

Alejandro Ortiz

Periodista de Prensa Libre especializado en temas sobre cultura y bienestar, con 5 años de experiencia.