Salud y Familia

Vegetales, ¿crudos o cocidos?

El tomate es delicioso en ensaladas, pero hay que tomar en cuenta que es mejor consumirlo cocido para que su contenido del antioxidante licopeno sea aprovechado de manera adecuada por el cuerpo.

Así como el tomate, hay otros vegetales que no conviene degustarlos crudos.  Aunque el calor de algunos métodos de cocción produce la pérdida de  nutrientes de ciertos vegetales, en otros  se potencializan sus beneficios para la salud, explica la nutricionista Karin Vásquez. Algunos de estos son las zanahorias, los espárragos y la acelga.

Por otro lado, consumir  frutas o verduras crudas  como —el chile pimiento o el brócoli— ayuda a que se conserven potentes enzimas,  importantes para el correcto funcionamiento del proceso digestivo y del sistema inmunitario, y que pueden destruirse durante la cocción, añade.

Si el tracto gastrointestinal funciona de manera adecuada, los vegetales crudos pueden digerirse fácilmente, lo que ayuda a  evitar el estreñimiento.

El consumo de vegetales sin cocinarse se desaconseja a personas que pasan por periodos de diarrea, inflamación intestinal o malestares estomacales, puesto que se pierde la fibra que agrava estos padecimientos.

A los adultos mayores, sin embargo, por la falta de piezas dentales, se les facilita masticarlos si están cocidos, expone la nutricionista Diana Rivas.

Hay vegetales que no conviene consumir crudos, como el güisquil, el güicoy o el perulero, ya que  contienen sustancias que impiden que se absorban todos sus nutrientes, agrega.

Según la nutricionista dietista Consuelo Pardo, la arveja, la berenjena, las coles de Bruselas o la coliflor  se deben cocinar  para lograr cobertura más digerible o eliminar sustancias azufradas. Este proceso de cocción no debe excederse para no perder nutrientes.

Ventajas 

Según las Guías alimentarias para Guatemala, del Incap, comer hojas, verduras y frutas —de tres a cuatro porciones— todos los días ayuda a tener una buena visión, mejorar la digestión y evitar el estreñimiento, mantener el peso adecuado, fortalecer el sistema inmunitario, y prevenir enfermedades degenerativas como las cardiovasculares,  cáncer, obesidad y diabetes.

ESCRITO POR:

Brenda Martínez

Periodista de Prensa Libre especializada en historia y antropología con 16 años de experiencia. Reconocida con el premio a Mejor Reportaje del Año de Prensa Libre en tres ocasiones.