Salud y Familia
¿Por qué no se debe regalar mascotas para Navidad?
Hay personas que deciden obsequiar mascotas para agradar a familiares y amigos, pero se les olvida que aquellas no son objetos.
Perros y gatos son seres vivos que tienen necesidades que hay que cubrir, responsabilidad que no todas las personas están dispuestas a asumir. (Foto Prensa Libre, Shutterstock).
Está la familia reunida el día de Navidad para intercambiar regalos. Uno de los hijos trae, emocionado, una caja con una moña roja y se la entrega a su hermana, quien, al recibirla, la abre de inmediato. Sorprendida, ve que en su interior hay un cachorro café claro que, asustado, observa a quien será su nueva tutora.
La hermana lo toma entre sus brazos y conmovida, llora de la felicidad, pues, aunque siempre le han gustado los perros, nunca ha tenido uno y nunca se preocupó en preguntarse si estaba lista para darle los cuidados necesarios durante toda su vida.
Al llevárselo a casa, se da cuenta de que comía más de lo que pensaba. “Un gasto más”, se lamentó. Una de sus amigas le preguntó si ya lo había llevado al veterinario para revisión clínica y para comenzar su calendario de vacunación; si ya le había enseñado a hacer sus necesidades fisiológicas en un lugar asignado para ello; si ya sabía cómo iba a entretenerlo cuando ella regresara a trabajar en enero, para que no hiciera travesuras, o a qué horas lo sacaría a pasear. Tantas preguntas para las que no tenía respuesta.
Pasaron los días y solo pensaba en lo difícil que era para ella tener al perro, que necesitaba de atención y cuidados. No se sentía lista para tal responsabilidad, así que, en enero, decidió regalarlo, sin preguntar si el adoptante era el idóneo para hacerse cargo de él. La ilusión de tener una mascota se esfumó al poco tiempo y él único perjudicado fue el cachorro.
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Escenas como esta siguen ocurriendo, con recurrencia, en estas fechas, cuando la práctica de regalar mascotas para las fiestas de fin de año llena de entusiasmo a quienes no han hecho conciencia de que un animal no es un objeto.
“Regalar un perro o un gato puede tener graves consecuencias para el animal como, por ejemplo, el abandono. Cuando personas obsequian mascotas, no consideran las responsabilidades que conlleva cuidarlas. Cuando se dan cuenta de que no pueden o ya no lo quieren, lo abandonan”, señala Vanessa Granados, médica veterinaria con maestría en Ciencia Animal y catedrática de Fisiología Animal y de Bioética de la Universidad del Valle de Guatemala. “Además, los animales pueden ser maltratados o descuidados, lo que puede llevar a problemas de salud y comportamiento”, destaca.
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“También puede tener consecuencias para la persona que lo recibe. Cuidar un animal puede ser estresante para quienes no están preparados. Además, puede ser costoso, desde la comida y la atención veterinaria, hasta los juguetes y utensilios, entre otros”, refiere Granados, quien añade que, además, requiere tiempo y dedicación, lo que puede afectar la vida personal y laboral de la persona que no está preparada para tenerlo.
Resulta aún más grave obsequiar a un niño un animal como si fuera un juguete, cuando este no tiene la capacidad ni recursos económicos de hacerse cargo de un ser vivo ni en su cuidado ni en su relación con él.
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“Obsequiar animales ocurre por impulso de la temporada, pero no significa que la persona quiera adquirir la responsabilidad de un animal, el cual termina siendo un estorbo”, dice Pablo Yos, abogado especializado en Bienestar Animal. “Como es una adquisición irresponsable y no deseada, el animal tiende a ser regalado, abandonado o, si bien le va, entregado a un refugio”, indica.
Yos recuerda que el abandono de animales es una falta muy grave, según el artículo 61 de la Ley de Protección y Bienestar Animal, el cual se sanciona con ocho salarios mínimos.
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Si se desea regalar un perro o gato, es fundamental preguntarle a la persona que lo recibirá, si está dispuesta a comprometerse en hacerse responsable de la mascota, para darle una buena calidad de vida y evitar su abandono.
“En lugar de regalar animales, hay otras opciones que pueden ser más adecuadas como donar a un refugio local, con suministros o dinero en efectivo, que puede ayudar a los animales necesitados y convertirse en un acto navideño de generosidad”, puntualiza Granados.
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