Manuel Salguero
NOTAS DE Manuel Salguero
Recuerdo a don René, jubilado y manejando su picop para llevar y traer materiales de construcción necesarios para darle el mantenimiento a sus casas, apartamentos y locales comerciales que tenía alquilados y que le generaban una “bonita renta” que le permitía vivir dignamente él y su esposa. Don René no sabía de finanzas, pero intuía que su negocio era bueno, y entregado con esmero y dedicación, por supuesto que sí que lo era.
A partir de las 6 am salgo a caminar la “ruta olímpica” que muchos utilizamos alrededor y dentro del estadio Mateo Flores. La mía tiene 3 kilómetros, que recorro en 45 minutos. Curiosamente, transito por dos vecindarios: 1) sobre las calles y avenidas aledañas, y 2) dentro del propio periférico del estadio. En el primero me siento ajeno y expuesto, tanto a ser asaltado o atropellado por algún acelerado piloto; en el segundo, nos reunimos muchos deportistas, de diferentes edades y condiciones sociales, donde creo que nos sentimos cómodos, seguros y disfrutando de un ambiente natural entre banquetas, gradas y senderos de sus bosques.
¡El banco me quiere exprimir con el monto del préstamo que me aprobó de acuerdo al avalúo tan bajo que hizo de mi casa!, dijo muy enojado el cliente, después de rechazar lo que le ofrecieron. -No tomaron en cuenta el valor comercial que tiene-, insistió.
Con frecuencia solemos oír que las mejores inversiones son en bienes raíces. Soy de la opinión que todas las afirmaciones tienen dos caras, dos enfoques.
Actualmente tenemos en la dinámica inmobiliaria nuevos valores y estilos de vida que se están presentando en el mercado, haciendo que los productos ofrecidos por los promotores inmobiliarios aprovechen la utilización de diversos medios “publicitarios” para atraer-captar a un cliente potencial. Las oportunidades de los desarrolladores se traducen en un ejercicio de mercantilización urbana que se expresa generalmente en que reciclan o reforman o reconstruyen edificios viejos para darles otro uso.
Salgo a las 5 am y poder incorporarme a cualquier arteria es una proeza. Las vías reversibles lucen llenas y lentas. Los que quieren salir de la ciudad deben esperar. Hay semáforos de 30 minutos de espera y solo le turnan 2.
Desconsolado, don Juan me dijo: Me rechazaron mi solicitud de crédito hipotecario porque dice el valuador que al medir mi terreno encontró medidas diferentes a las que indica el Registro de la Propiedad.
Los inmuebles, ya sea edificios, ciudades, carreteras o simplemente un terreno, pueden ser significativos, interesantes o representativos, sobre todo por la historia que contienen, por ser el lugar de algún desastre y porque despierta la curiosidad turística de conocerlo, de estar allí, de percibir el pasado, de revivir hechos culturales, violentos o trágicos.
Recuerdo a un amigo que construyó una vivienda de acuerdo a sus deseos, gustos y caprichos. Se paraba en la acera frente a su casa y desde allí pasaba horas mirándola. Se le enternecía el corazón y disfrutaba apreciar aquella “obra de arte” según solía decirles a su familia y amigos quienes no podían ocultar burlonas sonrisas, y es que la fachada era una espantosa mezcla de glifos mayas, arcos coloniales y torres de castillo medieval. Los dormitorios tenían las paredes y techos forrados de azulejos, cual fría y lúgubre morgue, los pasamanos de las gradas interiores eran balaustras de cemento de las que se encuentran en las fábricas de pilas y fuentes, además las había levantado en el centro de la sala y, por si fuera poco, carecía de patios, por lo que las ventanas daban a otros cuartos, incluyendo la ventilación del baño, esto sin mencionar que el terreno era muy pequeño y la había construido en un vecindario popular.
En uno de los congresos de valuación inmobiliaria que asistí se definió el valor de mercado. Fue interesante que durante el mismo, se analizó y discutió cada palabra, cada oración, cada texto y la redacción global, de manera que el concepto final expresa efectivamente el fenómeno económico común a todos los países regidos por un sistema democrático de libre mercado.