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Estado gasta poco en protección y conservación del medioambiente

Reducción presupuestaria a entidades se traduce en su debilitamiento, coinciden sectores ambientalistas.

Imagen aérea del más reciente incendio en el volcán Atitlán que consumió una buena cantidad de bosque en ese coloso. Estos siniestros se han incrementado  consecuencia del cambio climático. (Foto: Conred)

Imagen aérea del más reciente incendio en el volcán Atitlán que consumió una buena cantidad de bosque en ese coloso. Estos siniestros se han incrementado consecuencia del cambio climático. (Foto: Conred)

El 2020 se convirtió en uno de los años en que menos recursos fueron utilizados para la protección del medio ambiente y los recursos naturales en relación con el PIB, a juzgar por la información del Sistema de Contabilidad Integrada del Estado (Sicoin), que da cuenta de que las instituciones gubernamentales encargadas del tema erogaron menos del 1% del Presupuesto General de Ingresos y Egresos.

La cifra, Q366.5 millones, representa apenas el 0.06% del Producto Interno Bruto (PIB) del país que el año pasado fue de más de Q593 mil millones, según el Banco de Guatemala.

El gasto ambiental siempre ha sido bajo. De hecho, en cinco años, en el 2016, se registró el gasto más bajo de las instituciones del Gobierno relacionadas al tema —Q322.8 millones—; sin embargo, aunque muy levemente, el porcentaje de recursos ejecutados subió en los siguientes tres años hasta llegar a Q447.5 millones para luego caer en 2020 a su segunda cifra más baja del quinquenio.

Las instituciones gubernamentales creadas para velar por la protección del ambiente son: El Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales (Marn), el Consejo Nacional de Áreas Protegidas (Conap), el Instituto Nacional de Bosques (Inab), y las autoridades para el manejo sustentable de las cuencas del Lago de Amatitlán (Amsa) y del Lago de Atitlán y su Entorno (Amsclae).

De estas instituciones, ha sido el Marn quien más fondos recibió y gastó. Del 2016 al 2019, Q659.9 millones; le sigue el Inab, Q571.8 millones; luego el Conap, Q482.2 millones, enseguida Amsa, Q133.4; y por último Amsclae, Q48.6 millones.

Desembocadura del río Motagua, en Puerto Barrios, Izabal, a donde llega toda la basura mal tratada de más de 90 municipios. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

Aunque las cifras sean millonarias, lo cierto es que representaron solo entre 0.34% y 0.51% del presupuesto, mientras que, en relación con el PIB, el índice está entre el 0.06% y el 0.08% en esos años.

Estos porcentajes están muy por debajo del que manejan otros países. Un informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), elaborado en el 2014, señalaba que el gasto público en medioambiente en naciones como Argentina y Trinidad y Tobago era de entre 0.14% y 0.18% del PIB.

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El indicador se duplica en países como Brasil, Ecuador, Perú y Colombia; mientras que en naciones como México, Chile y Costa Rica la inversión está entre 0.40% y 0.50% de su PIB. Estos países le han apostado fuertemente al medioambiente como una fuente de turismo e ingresos.

En Guatemala parece no ocurrir lo mismo.

Este año, el presupuesto del Marn es el segundo más bajo de los 14 ministerios del poder Ejecutivo, solo detrás del de Energía y Minas. Su techo presupuestario, Q127.2 millones, incluso, es más bajo que el de la Presidencia de la República, Q231 millones, y el de algunas secretarias del Gobierno como la de Bienestar Social, y la de Obras Sociales de la Esposa del Presiente.

Problemas ambientales

Por aparte, los problemas ambientales que golpean al país son constantes, así como las limitaciones para encararlos. El Conap, por ejemplo, debe vigilar 349 áreas protegidas en el país, más de cuatro millones 177 mil hectáreas.

Contaminación en el Lago de Amatitlán hacia donde llega las aguas servidas de una gran cantidad de municipios. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

Recientemente fue noticia el incendio del vertedero a cargo de Amsa, el cual, coinciden expertos ambientalistas, se debió por el mal manejo de la basura. En ese sentido, el presupuesto de la institución se ha mermado en los últimos años, con todo lo que tendría que hacer y coordinar con las municipalidades para tratar de rescatar un lago que está a punto de morir.

Los incendios forestales consumen miles de hectáreas de bosques al año, como el que ocurre actualmente en el volcán Atitlán, mientras los afluentes, como el mismo Lago de Atitlán y la mayoría de los ríos siguen recibiendo desechos sólidos y líquidos sin el tratamiento adecuado, mientras de momento no hay planes para construir suficientes plantas de tratamiento.

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De hecho, se estima que más del 90 por ciento de los cuerpos de agua del país están contaminados.

Tema no priorizado

Los presupuestos de las instituciones relacionadas al medioambiente ya de por sí son bajos, razón por la cual sus capacidades de control y monitoreo son débiles ya que muchos de los problemas ambientales ocurren a nivel local, mientras el Marn, por ejemplo, apenas tiene delegados departamentales, dice Alex Guerra, director Instituto de Investigaciones sobre el Cambio Climático.

“La Dirección de Cuencas tiene poquísima gente y debería tener presencia y delegados regionales y personal para cada cuenca”, ejemplificó Guerra.

Al hablar de la importancia de invertir en el ambiente, subrayó que hay que pensar en los costos que se generan por las enfermedades gastrointestinales y respiratorias debido a la contaminación de cuerpos de agua y del aire, a lo que se le suma lo que las personas pierden o dejan de producir económicamente por estos padecimientos.

La proliferación de basureros clandestinos es otro gran problema ambiental de Guatemala, sin que las autoridades tengan suficientes recursos para controlarlos. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

La directora ejecutiva de la ambientalista oenegé  Arcas, Miriam Monterroso, lamenta que se haya disminuido el gasto de las instituciones ambientales porque con lo que han tenido en años anteriores, “apenas si cubrían sus necesidades básicas”.

“Es triste que el ambiente no sea prioridad. Podemos vivir si comida unos días, pero sin oxígeno no, y son los bosques los que nos dan ese oxígeno”, añadió.

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Los entrevistados coinciden en que cada vez que se les pide a las instituciones más vigilancia y protección de los recursos naturales la respuesta siempre es “que no hay recursos”, por lo cual no se comprende por qué no se les asigna más presupuesto.

Otra razón por la que el tema debe priorizarse es por los efectos del cambio climático, como los incendios forestales que terminan con la biodiversidad y los cuales no se previenen, sino que solo se reacciona frente a ellos.

“No hay recursos para enfrentar estos desafíos de la naturaleza”, subraya Monterroso. “Falta visión de los gobernantes, hay cosas que para ellos son más interesantes y el ambiente debería ser prioridad”, añade.

En esto coincide Julio González, activista ambiental de la organización Madre Selva, al decir que “la prioridad debería ser la preservación y conservación del medio ambiente para reducir los efectos de los fenómenos climáticos, pero se ha hecho todo lo contrario”.

Recientemente fue noticia el incendio en el vertedero del km 22 de la ruta al Pacífico a cargo de Amsa. El Gobierno anunció su cierre. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

Como ejemplo, cita que la pérdida de cobertura forestal nos hace más vulnerables a las lluvias y se traduce en menos fuentes de agua para el aprovechamiento humano.

González critica que a las instituciones relacionadas al ambiente se les ha debilitado a propósito y solo les dan el mínimo de presupuesto solo para su funcionamiento, como para el pago de salarios, pero nada más.

“Los presupuestos no aumentan porque realmente no les importa el tema”, señala. “Al no importarles el tema, no les importa la vida humana ni la biodiversidad ni el manejo de cuencas”.

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Postura

El Marn reconoció que su presupuesto es uno de los más bajos, no obstante, aseguró que el año pasado se impulsaron varios proyectos ambientales que permitieron aumentar su incidencia e incluso se reforzaron las inspecciones y auditorías que llevan  a cabo.

Entre otros proyectos, destacó las Patrullas Ambientales, el Sistema General de Entes Generadores de Aguas Residuales, y otros en cuando a educación ambiental que sirvieron para crear conciencia en 72 mil guatemaltecos.

“Pese a las limitaciones presupuestarias, el Marn seguirá impulsando proyectos y programas con un objetivo de proteger la riqueza natural del país”, informó su oficina de Comunicación.a

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