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Motines, requisas y fugas: cómo evolucionó la crisis del control en las cárceles de Guatemala
Desde los hallazgos en “El Infiernito” en el 2024 hasta los motines del 2025, las cárceles guatemaltecas evidencian un problema estructural que se refleja también en la fuga de 20 reos de alta peligrosidad. Esta es la cronología.
3 de junio de 2024. Operativo a gran escala en “El Infiernito”, Escuintla, donde más de 400 elementos de unidades especializadas de la PNC participaron para controlar la situación y trasladar a reos. (Foto Prensa Libre: Ministerio de Gobernación)
La fuga de 20 reos de alta peligrosidad de la cárcel de Fraijanes 2 ha marcado un nuevo punto de quiebre en la ya frágil situación del sistema penitenciario guatemalteco.
El hecho no sucedió de la nada. Durante más de un año, motines, traslados, privilegios, corrupción y violencia anticiparon la crisis y un pulso creciente entre el Gobierno y las pandillas por el control del sistema penitenciario.
Las propias autoridades del Ministerio de Gobernación (Mingob) reconocieron que la sobrepoblación, el hacinamiento y la falta de control en los penales habían debilitado la capacidad del Estado para contener a las pandillas.
Esto fue lo que ocurrió previamente.
Requisas y el inicio del plan de control
El 2 de junio del 2024, una requisa en la cárcel “El Infiernito”, en Escuintla, reveló hasta dónde habían llegado los privilegios. Los agentes hallaron caletas ocultas, electrodomésticos, un call center de extorsiones e incluso una granja con animales exóticos, entre ellos caimanes y zorros grises.
Tras ese hallazgo, el Mingob tomó control total del penal y trasladó a 225 pandilleros del Barrio 18. El traslado no solo respondió a las remodelaciones, sino a la detección de un plan de fuga.
Luego, al llegar noviembre del año pasado, el penal fue rebautizado como Renovación 1, con una inversión de Q4.4 millones, y presentado como el modelo para retomar el control del sistema carcelario.
Aunque el Gobierno aseguró haber desarticulado la “universidad del crimen”, pronto se evidenció que los privilegios y la corrupción persistían.
En junio de 2025, se expuso a un guardia penitenciario señalado de colaborar con un cabecilla de “Los Sureños” para seguir dirigiendo extorsiones desde adentro, alquilando su teléfono celular por Q200 a los presos. Días después estalló el primer motín y la toma de rehenes.
En los meses siguientes, se registraron reubicaciones de líderes pandilleros, enfrentamientos, decomisos de dinero y una cadena de motines simultáneos en distintos centros carcelarios, con guardias retenidos y uno asesinado.
Las exigencias de los reos apuntaban a recuperar privilegios y revertir los traslados.
Lo que vino después: motines, rehenes y dinero oculto
Pese al discurso de control, los meses siguientes mostraron otra realidad.
Cronología de la crisis carcelaria en Guatemala
Requisas y hallazgos
- 2 de junio del 2024: En El Infiernito (Escuintla) se descubren caletas, objetos ilícitos y una granja de animales dentro de la prisión.
- 5 de noviembre del 2024: Se inaugura Renovación 1 tras una inversión de Q4.4 millones; 160 reos de alta peligrosidad son trasladados al nuevo centro.
Fallas y coordinación criminal
- 13 de junio del 2025: Se detecta que Winder Joel Calderón, cabecilla de “Los Sureños”, coordinaba extorsiones desde Renovación 1 con ayuda de un guardia.
- 15 de junio del 2025: Se registra el primer motín en Renovación 1 con sus mismas visitas como rehenes. Exigen anular las restricciones.
Traslados
- 31 de julio del 2025: Se traslada a 10 líderes de la MS-13 y Barrio 18, incluidos El Lobo y El Diabólico, con un operativo de 800 agentes.
- 1 de agosto del 2025: Segundo motín tras los traslados, lo que marca el inicio de la lucha por control interno de las prisiones.
Motines seguidos
- 5 de agosto del 2025: Se hallan Q192 mil en efectivo al cabecilla “El Diabólico” (MS-13) dentro del área de aislamiento.
- 12 y 14 de agosto del 2025: Motines simultáneos en varios penales; varios guardias son retenidos y uno es asesinado.
- 22 de agosto del 2025: Séptimo motín; los rehenes son liberados horas después.
- 25 de agosto del 2025: Reos exigen el traslado de “El Diabólico”; se captura a una pareja con municiones de uso exclusivo de las fuerzas armadas frente a Renovación 1.
Operativos y alertas
- 1 de septiembre de 2025: El ministro de Gobernación, Francisco Jiménez, alerta sobre plan de la MS-13 para controlar el narcomenudeo en la capital. Los reportes de inteligencia mostraron que los homicidios se concentraban en las zonas 7 y 18 de la ciudad de Guatemala y en Escuintla, con víctimas relacionadas con pandillas o la venta de droga. Para frenar esa expansión, Jiménez explicó que se reforzó el aislamiento de los líderes pandilleros en Renovación 1, pero la presión dentro de los penales creció.
- 7 de septiembre de 2025: PNC y MP ejecutan 96 allanamientos contra la MS-13 en barrio El Gallito. Las investigaciones vincularon a estos grupos con homicidios, desapariciones y extorsiones, incluyendo el asesinato del médico José Antonio Sánchez Arenales y de Francisco Domínguez Higueros, presunto cabecilla de Los Caradura.
- Ese mismo día, Jiménez informó que más de 70 internos presentaron solicitudes legales para volver a las cárceles donde coordinaban ilícitos, buscando salir de Renovación 1, donde se restringió toda comunicación.
Fuga y cambios administrativos
- 13 de octubre del 2025: Fuga de 20 reos de alta peligrosidad en Fraijanes II, detectada progresivamente hasta la requisa del sábado 11 de octubre del 2025; se reportan cambios en las autoridades del Sistema Penitenciario.
Antecedentes de una crisis prolongada
Los hechos entre el 2024 y 2025 muestran un pulso constante entre el Estado y las pandillas. Cada intento de control derivó en enfrentamientos, motines o nuevas redes de corrupción interna.
Todo desembocó finalmente en octubre de 2025 con la fuga de 20 reos de alta peligrosidad, un hecho que confirmó la magnitud de la crisis y las limitaciones del Estado para mantener el control dentro de las cárceles del país.
¿Qué explicó el ministro de Gobernación sobre la fuga?
Jiménez señaló el lunes 13 de octubre, que desde hace meses se tenía información parcial sobre la intención de evasión de algunos privados de libertad vinculados a pandillas.
Sin embargo, aclaró que el sistema penitenciario no cuenta con un censo actualizado y confiable de todos los reos, lo que dificulta la supervisión constante.
Explicó que el conteo por huellas digitales no se realiza a diario por falta de equipos suficientes y porque su uso está priorizado en otras unidades de la Policía Nacional Civil, como controles fronterizos.
Jiménez detalló que, ante la ausencia de un reo durante una requisa, se activaron los procedimientos de control más exhaustivos, pero reconoció que la información de inteligencia es parcial y no siempre permite prever con exactitud las fugas.
Asimismo, el ministro resaltó que la seguridad en los centros penitenciarios enfrenta limitaciones estructurales y de recursos, y aprovechó para hacer un llamado al Congreso de la República a aprobar reformas legales que permitan implementar controles más efectivos y una nueva cárcel.



