Ciencia

¿La ducha debe ser con agua fría o caliente?

Al momento de bañarse, la temperatura del agua es determinante en la piel.

La primera actividad del día, para muchas personas, es la ducha, que da inicio a la preparación de la jornada. Puede ser una etapa de satisfacción o de molestia, dependiendo de las condiciones.

Piénselo: ¿cómo es su rutina de baño? Hay quienes entran y salen lo más rápido posible. Otros, cantan un par de canciones o se toman un tiempo para pensar.

Todo ese proceso es determinado por la primera gran decisión estética y médica: ¿bañarse con agua fría o caliente?

Quizás no lo sabía, pero la temperatura del agua tiene consecuencias significativas en su día y en su salud, y esa decisión determina cuáles serán los beneficios o daños.

¡No se queme!

La dermatóloga Maureen Barahona señala que uno de los principales motivos de consulta es la piel seca, y que, en ocasiones, esta proviene del uso excesivo del agua caliente.

La condición de su piel cambia según la temperatura del agua (Foto Prensa Libre: Servicios / Pexels).

Esa piel seca “es bastante común en pacientes con dermatitis atópica —que tienen antecedente familiar de asma, rinitis alérgica y bronquitis a repetición suelen presentarla… por lo que es bastante frecuente— pacientes con hipotiroidismo, psoriasis o diabetes”, explica la especialista.

“En general la piel seca, ya sea por cualquier enfermedad al estar en contacto con el agua caliente suele resecarse tanto por evaporación como por ósmosis”, añade.

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Eso suele tomar más tiempo, comenta, por lo que cuando las personas están expuestas mucho tiempo suelen arrugarse, como “pasitas”, lo que indica que la piel está deshidratada y el agua pasa de un medio poco concentrado a uno altamente concentrado.

Por ello como, la dermatóloga no recomienda duchas calientes.

¿Y entonces, no más agua caliente?

Las duchas con agua fría favorecen a la piel y a la circulación de la sangre. Si se habla del aspecto anímico, también crea la sensación de sentirse con más energía, lo que lo vuelve ideal para las mañanas.

Además, se suele ahorrar agua porque la persona busca que la ducha termine lo más pronto posible. Para los atletas, por ejemplo, también ayuda a la recuperación muscular.

En una ducha, el agua fría suele traer más beneficios que el agua caliente (Foto Prensa Libre: Servicios / Unsplash).

 

Sin embargo, en ese plano emocional, y ligeramente físico, también existen algunas ventajas de ducharse con agua caliente. Uno de ellos es la posibilidad de relajarse, tanto en el estado de ánimo como en los músculos.

También puede eliminar toxinas en el cuerpo, algo que no es exclusivo de una ducha caliente sino de los saunas, que usan el vapor para sudar esas sustancias.

La clave está, cabe mencionar, en la periodicidad y la cantidad de duchas calientes. Lo más recomendable es que sean con agua fría.

“Si deseamos la piel más humectada y tersa nos conviene agua tibia-fría —nunca caliente— con tiempos cortos”, comenta la médica, por lo que se refuerza la idea de evitar las temperaturas altas.

Cuidado con la duración

Otro dato importante es el tiempo que dura la ducha, como menciona Barahona. Una ducha más larga, además de gastar innecesariamente agua, suele tener otras consecuencias

“Cuanto más dure más se reseca la piel”, comenta. “Suelo pedirle a mis pacientes que se laven primero el cabello sin tener la ducha encendida todo el tiempo y que la enciendan cuando deseen desaguar”.

“Idealmente sería que las duchas fueran lo más cortas posibles; menores de 5 minutos, sobre todo para quienes tienen enfermedades de piel”, afirma.

Para más información, se puede contactar a la doctora Barahona por Facebook o a los teléfonos 22936828 y 22936830.

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