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Tener acceso a servicios básicos, ropa, alimentación y a construir una vivienda en Chiantla, Huehuetenango, depende de las remesas que cada semana envían unos 10 mil guatemaltecos originarios de ese municipio.
En los hogares y comunidades las remesas son la principal fuente de ingresos para los chiantlecos, quienes consideran que imponer impuestos significaría limitaciones para adquirir productos básicos, acceder a salud y educación.
Según estimaciones de la alcaldía de Chiantla, más de 10 mil vecinos de ese municipio viven en Estados Unidos y son los que sostienen un alto porcentaje de la economía del pueblo. En esa localidad también se subsiste de la producción agrícola, principalmente de hortalizas de exportación, explica el poblador Daniel Mérida.
Merida indicó que el crecimiento económico se basa en el envío de remesas, ya que permite la construcción, generación de empleo, abastecimiento de alimentos, compra de ropa y pago de servicios básicos como energía eléctrica.
“Los primeros efectos es que el dinero ya no alcanzará para cosas básicas y luego el sector construcción sería el afectado con la reducción de dólares que llega a los hogares”, dijo.
Añadió que esta es una amenaza directa para quienes viven de las remesas, recuerda que quienes han migrado lo hacen porque el Gobierno de Guatemala no ofrece alternativas.
“Lamentablemente muchos se van porque no hay condiciones para desarrollarse de forma digna, si se concretan estas amenazas básicamente se recibe menos dinero y por otro lado se denigra a las personas que con su esfuerzo hacen grande a Estados Unidos”, expresó.
Mérida dijo que tan solo en la comunidad Mislaj en marzo se fueron 25 familias completas, otros vecinos han decidido irse para enviar remesas a las comunidades con lo que se mueven economías pequeñas que inyectan un capital al país desde la generación de empleos y pago de impuestos por el aumento de consumo de diversos productos.
Jacobo Tomás Hernández, originario de Quilinco, a una hora de la cabecera municipal, refirió que las sanciones afectarían los hogares porque a escala local no se generan alternativas para subsistir, y el ser migrante y enviar recursos económicos “ha sido el sostén de familias o comunidades empobrecidas de Chiantla”.
Agregó que los impuestos deben aplicarse a la banca porque es ahí donde se hace el primer pago por recibir remesas.
“La gente que está allá no enviará lo necesario para el sostenimiento de su familia, los dólares no alcanzarán para otros temas como el pago de la deuda con los coyotes, construcción o pagar los alimentos”, manifestó.
Tomás afirma que la vida en Chiantla es difícil, pues en las comunidades algunas zonas son de producción de hortalizas; sin embargo, la mayor parte del territorio es de vocación forestal, un tema rezagado en las agendas de desarrollo.
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Gerber Santos Ramos, originario de la Labor, afirma que él tiene a sus padres en Estados Unidos y temen que el dinero no alcance para cubrir los gastos de construcción, la compra de alimentos o ropa.
“Tendremos que dejar de comprar ropa y comida lo cual nos hará falta, lastimosamente no se piensa en las necesidades que se viven en las comunidades”, comentó.
Santos afirma que sus padres hacen sacrificios para enviar el dinero que usan para construir una casa pequeña, y con las sanciones anunciadas cree que solo alcanzará para cubrir algunos gastos y tendrán que dejar a un lado la obra.
“Recibir menos dinero afectará nuestra seguridad alimentaria, yo creo que es una amenaza para quienes dependemos de las remesas”, sentenció.
“Las familias tendrán que sufrir más pobreza, implicará buscar otras alternativas e incluso más migración, lo único seguro es que se va a recibir menos dinero, pero esto no frenará el flujo migratorio”, dijo Daniel Mérida, vecino de Chiantla.
Municipio de migrantes
El alcalde de Chiantla, Carlos Alvarado, indicó que junto a su hermano crecieron y se hicieron profesionales gracias al envío de remesas por parte de sus tías.
“Es importante entender la postura del gobierno, porque al final de cuentas es una estrategia política que salió mal y las consecuencias llegarán a cada familia de migrantes, quienes se han quedado en medio de este conflicto”, precisó.
Alvarado apeló a los pactos internacionales que protejan a los migrantes que envían las remesas y a sus familias en su lugar de origen.
“Si hay menos remesas eso afecta las economías locales, porque a menor dinero mayor sacrificio para sobre vivir”, dijo.
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