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El estudio expone una visión de este sector de la población en la región, que resulta ser la más numerosa en la historia del continente con casi 237 millones de personas, la cuarta parte de sus habitantes. Pese a que el número es alto, preocupa que cada año mueren alrededor de 80 mil adolescentes (10-19 años) y 150 mil jóvenes (15-24 años). Entre el 70% y el 80% de estos decesos ocurre entre los varones.
Radiografía a Guatemala
Cerca del 32 por ciento de los habitantes está dentro de ese rango de 10 a 24 años. De esa cuenta, Cecilia Escobar, consultora en Salud de Adolescentes de la OPS/OMS Guatemala refiere que como país “tenemos una pirámide poblacional ancha y eso significa oportunidades, pero también responsabilidades” de generar acciones e intervenciones para el bienestar de este sector.
La primera amenaza de muerte son los homicidios, pero al enfocarse en los varones, la segunda causa de mortalidad son disparos de arma de fuego no intencional, que llega a cobrar la vida de dos de cada diez en el grupo etario de 20 a 24 años.
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“Es importante reconocer que las tasas más altas de mortalidad entre los hombres jóvenes se deben, en parte, a la presión que enfrentan para cumplir con las normas de género, las que pueden contribuir a comportamientos dañinos como la agresión y la toma de riesgos”, indicó Sonja Caffe, asesora de la OPS, citada por la agencia AFP.
A criterio de Escobar, “la violencia requiere un abordaje ecológico, eso quiere decir que debe ser desarrollado por distintos actores, y a distintos niveles. Es prevenible, pero requiere de todo un desarrollo de intervenciones y de políticas que vayan orientadas a la prevención de la problemática”.
Las lesiones por accidentes de transporte terrestre están en el tercer puesto de la lista, y provoca la muerte de uno de cada diez jóvenes entre los 15 y 19 años.
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Población femenina
Entre la población femenina, son las complicaciones durante el período gestacional, parto y puerperio la segunda causa de fallecimiento, que se derivan de exposición a factores biológicos, como la inmadurez del aparato reproductor y factores socioeconómicos y geográficos, como el acceso limitado a la atención de salud en las zonas rurales remotas, los prejuicios étnicos, el estigma y la pobreza, según el informe.
Escobar hace mención que el embarazo adolescente es un flagelo que ha ido en aumento en el país, donde los últimos datos oficiales dan cuenta que de cada mil nacimientos 84 se dan entre jóvenes de 15 y 19 años.
“Las adolescentes sin ningún tipo de estudios o con solo los de enseñanza primaria tienen una probabilidad hasta cuatro veces más alta de empezar a procrear (iniciar el rol reproductivo) que aquellas que han cursado estudios de enseñanza secundaria o superior”, dice la publicación.
La influenza y neumonía son también una amenaza de fallecimiento, con mayor incidencia en el rango etario de 10 a 14 años, y representa el dos por ciento tanto en hombres como mujeres.
| Con las cifras más altas La OPS señaló a Belice, Honduras, México, Perú y República Dominicana como los países con mayor aumento de las tasas de homicidio en hombres, mientras que en Bahamas, Belice, Cuba, México, Paraguay y Perú “aumento considerable” las tasas de homicidio en mujeres. En lo que respecta al incremento de las tasas de mortalidad por accidentes viales son Argentina, Aruba, Dominica, Guatemala, Honduras, Nicaragua, República Dominicana y Uruguay, los que tienen los números más altos. Según el documento las muertes de los adolescentes y jóvenes no suceden al azar, pues a menudo se asocian a factores contextuales, como determinantes sociales de la salud, la educación y la situación socioeconómica, entre otros. |
Contra su propia vida
El suicidio es la cuarta causa de muerte. En ellos representa ocho de cada diez decesos entre los mayores de 20 años, mientras que en ellas tres de cada diez en el mismo rango de edad.
“Cuando uno analiza los datos de suicidios, estos son más altos en hombres, que llegan a consumar el hecho, pero si se revisan los intentos de suicidio, es mayor en las mujeres”, dice Escobar.
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De acuerdo con los resultados de la Encuesta mundial sobre salud escolar del 2015, cuyos datos recoge el informe de la OPS/OMS, el 21.4 por ciento de las estudiantes mujeres en el país consideró seriamente suicidarse en los últimos 12 meses, y los hombres el 11.5. Mientras que el 19.9 por ciento, del primer grupo, quiso quitarse la vida una o más veces durante el mismo período, y el segundo el 12.6.
El estudio también señaló que los comportamientos suicidas (ideas de suicidio, planificación e intento real de suicidio) son “indicadores importantes” del estado de salud mental de la población joven.
“La salud mental plantea muchos desafíos y uno de ellos es el poder reducir las brechas de atención, y una de las poblaciones que debe ser priorizada es la adolescente por la condición de vulnerabilidad en la que se encuentran”, dice Estada.
La consultora en Salud de Adolescentes comenta que la intención del documento publicado por la OPS/OMS es hacer conciencia acerca de la problemática a nivel de región que el tema de la salud de la población joven. “Nos da una mirada y la posibilidad de reflexionar sobre la importancia de invertir y de actuar. Estamos acostumbrados de hablar de los adolescentes y de los jóvenes y hacer referencia a ellos en algún momento negativa, pero si logramos comprender la importancia que tiene esta etapa adolescente en el desarrollo del ser humano, los tomadores de decisión valorarían la oportunidad de poder invertir y de generar acciones e intervenciones que reducen en cambios duraderos para el bienestar de la población guatemalteca”, dice.
Factores de riesgo
El informe La salud de los adolescentes y jóvenes en la región de las Américas aborda otros aspectos que ponen en riesgo la salud de los adolescentes y jóvenes en los países del continente.
De esa cuenta se revelan datos del consumo de alcohol entre esta población. El 18 por ciento de los estudiantes guatemaltecos indicó que consumieron una bebida alcohólica en el último mes, y el 11.9 por ciento bebieron tanto que estaban realmente borrachos.
El 14 de cada cien tenía prevalencia en el consumo de tabaco, en tanto que 81 de cada cien señaló que alguna vez uso drogas antes de cumplir 14 años.
Una de las recomendaciones del informe es establecer políticas públicas que apoyen un mejor estado de salud para los jóvenes y garantizar asignaciones presupuestarias específicas para la salud de este sector de a población. Así como crear entornos favorables para la salud y el desarrollo que se deben conseguir con políticas basadas en datos científicos.
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