Estos consulados fronterizos están ubicados en Tucson, Arizona; además de McAllen y Del Río, en Texas. Estos tendrían que atender a siete de los nueve pasos fronterizos en esos dos estados y en Nuevo México.
La CBP también cuenta con otros dos pasos fronterizos que se encuentran en California. Estos, asegura la Cancillería, son atendidos por los consulados de Los Ángeles y San Bernardino.
Intensa migración
Para tener una idea del trabajo que tienen las sedes consulares en aquel país basta con revisar las cifras de guatemaltecos que llegan a la frontera sur, ya bien sea con la intención de solicitar un alivio migratorio o para cruzar hacia EE. UU. de manera irregular.
Durante el 2018, 50 mil 401 unidades familiares y 22 mil 327 menores de edad llegaron a EE. UU. y se entregaron a las autoridades de ese país. En el caso de que cada unidad familiar llevara solo un niño o niña (pueden ser más de uno) significaría que más de cien mil guatemaltecos necesitaron orientación legal y asistencia en EE. UU. durante el año pasado.
De igual forma, en el año que recién finalizó, 51 mil 376 guatemaltecos fueron deportados, una gran cantidad de ellos fueron detenidos en frontera.
Falta apoyo
Migrantes guatemaltecos que residen en el exterior coinciden en que los consulados son insuficientes para atender a tantos connacionales que llegan a la frontera sur; sin embargo, creen que más que cantidad se necesita de una política bien dirigida para atender a este sector de la población.
“La función principal de un consulado debería ser defender a sus ciudadanos que se encuentran en transitó, detención o bajo procesos legales de migración”, expuso Walter Batres de la Red Migrante Guatemalteca que tiene su sede en California.
Según el líder migrante, no existe una política adecuada para dar acompañamiento y protección consular a los niños y adultos en las fronteras y en las ciudades donde se necesita seguimiento, interpretación y asesoría en las cortes federales y de Inmigración de EE. UU.
La necesidad de contar con consulados fuertes es mayor debido a que los números relacionados a la migración aumentan vertiginosamente. Por ejemplo, la cantidad de familias guatemaltecas que migró hacia EE. UU. aumentó 50 por ciento entre los años fiscales 2017 y 2018, y en apenas dos meses del 2019 —octubre y noviembre— ya va el 47% del total del año anterior.
Los años fiscales en EE. UU. se cuentan de octubre a septiembre.
Además, Guatemala es el país del Triángulo Norte de Centroamérica y México de donde más menores no acompañados y familias son detenidas por la Patrulla Fronteriza. El año pasado el 46% de los infantes que viajaron sin ninguna compañía era de Guatemala.
Guillermo Castillo, migrante guatemalteco que vive en EE. UU. y que apoya a los connacionales en procesos legales, calificó de “deficiente” la atención que se brinda en los consulados y afirmó que estas oficinas se han convertido solo en tramitadoras de documentos.
Indicó que el apoyo es “casi nulo” cuando se trata de defender a migrantes guatemaltecos en procesos judiciales en cortes de EE. UU. y citó por ejemplo que no se cuentan con traductores autorizados para los cientos de connacionales que llegan a ese país a solicitar asilo y que deben contar sus historias a abogados estadounidenses.
“La atención es deficiente y de papeleo, se enfocan en documentar, más no en la asistencia migratoria legal”, afirmó Castillo, para quien los que más padecen por la falta de apoyo son aquellos migrantes que no tienen a ningún familiar en aquel país.
El líder migrante consideró que los consulados deberían facilitar la comunicación telefónica con las familias de los guatemaltecos detenidos en la frontera o que están en medio de procesos judiciales, para hacer más fuertes sus solicitudes de asilo.
Atención adecuada
Al respecto de las críticas a la función de los consulados, la oficina de Comunicación de la Cancillería indicó que los cónsules de la frontera trabajan “incansablemente” para atender a todos los migrantes que llegan por los nueve puntos fronterizos.
Apuntó que constantemente tienen conversaciones con encargados de la Patrulla Fronteriza y visitan con regularidad los centros de detención para verificar las condiciones de los migrantes guatemaltecos.
Aseguró que la asistencia consular es continua y que dentro de los servicios que prestan está la asesoría migratoria con abogados, y que “lo más importante es el trabajo político ante las autoridades de EE. UU. velando por los derechos humanos de nuestros migrantes”.
El próximo año se tiene programado inaugurar otros siete consulados más, en México, Canadá y varios en EE. UU.; sin embargo, ninguno será en la frontera.
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