
San Juan La Laguna crea su marca
Hoy quiero compartir las lecciones que aprendí al visitar la comunidad de San Juan La Laguna, en el Lago de Atitlán. Comento con mucha alegría que su gente, de origen tzutujil y k’iché, está luchando para salir de la pobreza de una manera creativa. Una amiga me dijo: “Si vas el fin de semana al Lago de Atitlán, no dejes de visitar San Juan La Laguna”. Seguí su consejo. El sábado en la mañana, junto con mi familia, cruzamos en lancha el espejo de agua del ri muxux caj uleu, el ombligo entre el cielo y la Tierra, como le dicen los habitantes de las comunidades mayas asentadas en sus orillas. En estos días de marzo sus aguas son tan lisas como un fino cristal. Reflejan el cielo. Por momentos, sentíamos que volábamos entre las nubes.