Y ya, con esa premisa, puede esperarse que los discursos de aceptación de premios vayan más allá de las películas. Siendo el cine un espacio para tanto la ficción como las historias basadas en hechos reales, la intención de denuncia es latente.
A eso se le suma una Academia que en los últimos años ha estado en la mira por la falta de inclusión en las categorías principales, tanto de actores y directores afroamericanos como de mujeres en algunos espacios.
En 2019, con Estados Unidos inmerso en una dicotomía política con temas como la migración, los derechos de la mujer y el cambio climático, además de la clara molestia de Hollywood hacia Donald Trump, aquí una de las situaciones posibles que podrían comprometer las emociones y los discursos.
La falta de un presentador
A diferencia de los Globos de Oro o los Emmy, en los premios Óscar no hay reconocimientos para la comedia. Relegada en ese sentido, la Academia ha intentado compensar con la invitación de comediantes para dirigir la ceremonia.
Sin embargo, el campo está cada vez más minado y en Hollywood apenas si tienen centímetros para maniobrar y caer en un error en cuanto a declaraciones. Por eso cuando a Kevin Hart, el elegido para la gala de 2019, se le encontraron tuits homobóficos, el mismo actor descartó hacerse cargo de la responsabilidad.
Ahora, la Academia decidió que no habría un presentador fijo sino que varios actores y actrices se harían cargo de introducir las secciones. Incluso, exploró posibilidades como reunir a los Avengers.
Algo que no es del todo nuevo, pues el presentador se dedicaba a dar un monólogo inicial y dar pie a otras secciones. Sin embargo, sin ese introducción tan esperada, la audiencia podría alejarse o bien, perder el interés a lo largo e la noche.
Sin mujeres en la dirección
Ya estaba anunciado que Hollywood, tras el escándalo de Harvey Weinstein y más personajes de la industria ligados a casos de acoso sexual, es un lugar que debe corregir su trato hacia las mujeres del gremio.
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Por eso, que de nuevo la categoría de Mejor Director sea eso, sin ninguna directora considerada a obtener la estatuilla, es de esperarse que alguna mujer haga una denuncia incluso pública durante la ceremonia.
Ya la actriz Natalie Portman lo hizo en alguna ocasión, cuando previo a entregar el premio de Mejor Director en los Globos de Oro de 2018, denunció esa situación.
La organización estará con los ojos abiertos esperando evitarlo, pero quedará en la libertad de quienes estén frente al micrófono.
La lucha por la diversidad
Hace algunos años se hizo popular la frase “Oscars So White” (los Oscars son muy blancos, en español) que enfatizaba en la falta de actores y cineastas de otros grupos étnicos tomados en cuenta en las nominaciones.
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En medio de una discusión en Estados Unidos sobre la migración y el trato hacia los centroamericanos en ese país, la Academia también ha buscado hacer su tarea al respecto e incluso hizo una modificación en el proceso de selección y votación para buscar ello.
Si bien ese primer cambio se hizo en una apertura para destacar a afroamericanos, Hollywood es también clara que la diversidad debe ir hacia otros grupos étnicos. La inclusión de Yalitza Aparicio tras su trabajo destacado en Roma pretende ser prueba de ello.
Quitar categorías (y enmendar el error)
La polémica creció y se enmendó rápidamente por una Academia que sabe que si bien hay una gran parte del mundo que está al tanto del cine y le interesan los premios, hay otro grupo que puede alejarse en cualquier momento y si la audiencia es baja, también el patrocinio.
En ese esfuerzo por agilizar la gala y mantener un evento dinámica, se intentó que cuatro categorías fueran premiadas en los cortes comerciales. Eso, de inmediato, provocó molestias en una gran parte de artistas y cineastas, quienes afirmaban que categorías como cinematografía o edición son imprescindibles en la profesión.
Pese a las explicaciones, la Academia cambió su discurso e incluyó a todas en la ceremonia, algo que ocurrió con prisa y demuestra que desde la organización están preocupados porque todo salga bien. ¿Será así?
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