Lectura recomendada
Para eso, el primer paso es entender en qué condición se encuentra el cuerpo y realizar un pequeño diagnóstico para entender el punto de partida que guiará el plan de ejercicios.
Según el entrenador físico y encargado del sitio Atletika Personal Training, Diego Robles, existen varias pruebas para determinar de manera más exacta el grado de condición física de una persona. Sin embargo, asegura, no siempre es necesario un estudio o prueba muy específicos. “En algunos casos basta con conocer el historial de actividad física de la persona, su condición de salud y observar su comportamiento mientras ejecuta ejercicios básicos”, indica.
Dar el primer paso
Luego de plantearse el propósito, el siguiente paso es empezar a crear una rutina propia de ejercicios que se adapte a nuestras necesidades físicas.
Independientemente del objetivo o meta específicos, hay que comenzar por cultivar la cualidad de resistencia, tanto a nivel cardiopulmonar como a nivel muscular.
De esta forma preparamos a nuestro cuerpo para tolerar de manera segura y funcional cargas e intensidades más elevadas. No se recomienda comenzar haciendo sobreesfuerzos, asegura Robles.
El tipo de ejercicio que elija, dependerá del gusto. Existe una gran variedad de opciones, que van desde actividades al aire libre hasta levantamiento de pesas. Siempre y cuando respetemos iniciar por el desarrollo de la resistencia, todo irá bien y será buen inicio, bajo supervisión profesional.
Cuidado con las lesiones
Según el médico Abner Martínez, el principal riesgo de realizar ejercicio excesivo o sin una adecuada supervisión es que puede provocar lesiones en partes importantes del cuerpo, articulaciones, músculos y tendones. Además, es una práctica sumamente peligrosa para personas con debilidades cardíacas o problemas similares.
Martínez recomienda una rutina que se adecúe a la edad y la condición física, para evitar eventualidades y afecciones en partes del cuerpo que permiten la movilidad.
Por otro lado, Robles agrega que las posibilidades de un entrenamiento mal dirigido van desde un esguince hasta en casos extremos la muerte, insisto en que deben asesorarse con profesionales y evitar los entrenadores empíricos.
En cuanto al entrenamiento cardiovascular, la recomendación es comenzar por caminatas largas a un paso relajado, y con el tiempo subir intensidad hasta llegar a ser capaces de sostener un trote o carrera.
Para el desarrollo muscular, los ejercicios que se ejecutan con el propio peso del cuerpo son los más indicados antes de tomar las pesas, ya que permite desarrollar la técnica adecuada que posteriormente permitirá ejecutarlos con peso añadido.
Otro elemento importante es el tiempo de entreno. El tiempo por sesión adecuado para un principiante va desde 30 minutos a una hora.
Ejercicio en casa
Si bien es cierto que el gimnasio es un espacio adecuado que facilita el entreno, por la variedad de elementos que ofrece, no es la única opción. De hecho, existen muchas otras alternativas para lograr una rutina constante de ejercicios.
Según Robles, podemos ejercitarnos desde la comodidad y seguridad de nuestra casa, también en parques de juegos, espacios abiertos, el campo, entre otros.
Lo ideal es contar con el apoyo de un entrenador que pueda adaptar los elementos disponibles a una rutina eficiente. Por ejemplo, aprovechar elementos como pasamanos, muebles, bancas, gradas, elásticos y demás, a sus necesidades de entreno. El conocimiento y creatividad del entrenador son el límite.
Sin importar cuál sea el espacio en el que decida ejercitarse, es importante tener en mente que el ejercicio jamás debe poner en riesgo la salud de su cuerpo. Es decir, no debe ser excesivo ni debe ser demasiado exigente, para evitar lesiones y daños en partes importantes del cuerpo.
En algunos casos, el entusiasmo por lograr resultados en el corto plazo provoca que la persona realice un esfuerzo demasiado elevado y lesione sus rodillas, sus hombros o articulaciones.
En caso de que eso suceda, la recomendación es que ante cualquier lesión, si el entrenador lo considera o la misma persona nota que no tiene mejoría, lo mejor es consultar de inmediato a un profesional, por ejemplo, un fisioterapeuta.
Este le ayudará con ejercicios específicos para recuperar la funcionalidad. Después de eso, su entrenador puede dirigirle en la recuperación de la fuerza mediante el aumento progresivo de la exigencia y ejercitarse con pesos menores a los que soportaba antes de la lesión.
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