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El 16 de abril de ese año, 22 días antes de la renuncia de la vicepresidenta, el Ministerio Público (MP) y la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (Cicig), destaparon el caso de corrupción conocido como La Línea.
Según las investigaciones, desde varias oficinas del organismo Ejecutivo se organizó una estructura “jerarquizada” que funcionaba con grupos externos e internos de todos los niveles y que, entre otras acciones, ajustaba de manera irregular el impuesto que debían pagar los contenedores y simulaba el ingreso de mercancías.
En un inicio, el cabecilla era Juan Carlos Monzón, secretario privado de la vicepresidencia. Pero con las revelaciones los nombres de Baldetti y Pérez Molina comenzaron a aparecer, lo que generó una ola de críticas e indignación de parte de la ciudadanía, que salió a las calles a manifestar de forma pacífica.
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El día de la renuncia, Pérez Molina leyó el comunicado en el que indicaba que “la disposición de renuncia no corresponde con ninguna solicitud gremial o asociativa lo hace por decisión propia, voluntaria y personal de la señora vicepresidenta. Quiero solicitar se respete la decisión como tal y no se especule ni se desinforme, su decisión es personal, meditada difícil, valiente pero consistente con sus principios y valores”.
Después, durante una conferencia de prensa, el mandatario aseguró que “Baldetti está dispuesta a colaborar para esclarecer el caso La Línea. Ahora el Congreso de la República debe conocer y aceptar la renuncia”.
El 21 de agosto del mismo año, 105 días después de su renuncia, Baldetti fue notificada sobre la orden de captura en su contra y fue llevada a la Torre de Tribunales y enviada a prisión preventiva en la cárcel de Mariscal Zavala.
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Allí comenzaron los señalamientos en contra de la exfuncionaria por varios casos de corrupción, cinco en total, más un proceso de extradición hacia EE. UU.
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Los casos en los que se le señala a Baldetti son:
La Línea: El Ejecutivo como una red de defraudación tributaria.
TCQ: Que se refiere al pago de una comisión por US$30 millones que representantes de la empresa Terminal de Contenedores Quetzal (TCQ) para que el Ejecutivo le otorgara en usufructo un terreno.
Cooptación del Estado: En dónde se evidenció otra red de corrupción dirigida por los exgobernantes Otto Pérez Molina y Roxana Baldetti, pero que cooptó las instituciones del Estado aún antes de llegar al poder.
Agua Mágica: En este caso se señala a Baldetti de firmar un contrato con la empresa Tarcic Engineering Ltd. por Q137.8 millones para la compra de una fórmula que limpiaría el Lago de Amatitlán, pero que, según exámenes efectuados, se trataba de agua con sal.
Por este caso, Baldetti ya fue sentenciada a 15 años de prisión.
RIC: Se señala a la exfuncionaria de haber tenido 48 plazas fantasma en el Registro de Información Catastral (RIC). Este es el quinto proceso legal contra la exvicepresidenta por un caso de corrupción.
Extradición: Además, EE. UU. hizo a Guatemala la solicitud formal de extradición en contra de Baldetti, señalada en aquel país por delitos de narcotráfico.
Después de cuatro años Baldetti volvió a ser mencionada en un caso de corrupción, aunque no se ha mencionado una orden de captura en su contra.
Se trata de un caso de corrupción en el Congreso en el que señala que, durante 2014, diputados recibieron dinero para la aprobación del decreto 12-2014, la Ley de Control de las Telecomunicaciones Móviles en Centros de Privación de Libertad y Fortalecimiento de la Infraestructura para Transmisión de Datos.
La investigación apunta a que la ex vicepresidenta Roxana Baldetti habría sido una de las intermediarias para dichos pagos.
Actualmente, Baldetti guarda prisión en el Preventivo para Mujeres, Santa Teresa, en la zona 18.
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