Ayuda social, honradez y preparación es lo que más llama la atención al electorado

La promesa de seguir con los programas sociales y proyectar una figura de honradez y confiabilidad son las principales causas por las que los encuestados votarán por los candidatos que encabezan la intención de voto de la Encuesta Libre.

La continuidad de programas sociales es uno de las razones por las cuales las personas apoyan a algunos candidatos. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca  PL)
La continuidad de programas sociales es uno de las razones por las cuales las personas apoyan a algunos candidatos. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

Para conocer los motivos de la intención de voto se preguntó a los encuestados ¿Por qué votaría por él o ella?

El estudio muestra datos significativos sobre los cinco candidatos que lideran la intención de voto: Sandra Torres, Alejandro Giammattei, Edmon Mulet, Roberto Arzú y Thelma Cabrera.

Capitaliza los programas sociales

Del total de personas que contestaron que votarían por Sandra Torres el 52 por ciento respondió que lo haría porque “ayudará a los pobres”.

Torres ha sabido capitalizar su vinculación directa con los programas sociales, promesa que ha sido su bastión durante esta y la pasada campaña electoral, pues prácticamente la mitad de las personas que votarán por ella los motiva el que sigan vigentes los programas de ayuda social.

La candidata de la Unidad Nacional de la Esperanza sabe muy bien que los programas sociales son su fuerte, quizás por eso no sorprende que en los últimos días de la campaña se concentrara en promocionar estos como principal promesa electoral.

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Otro de los aspectos que motivarían a los electores a votar por Torres es “la ayuda a mujeres” con un ocho por ciento y “su plan de Gobierno e ideas”, con nueve por ciento. Ambos temas están íntimamente ligados a los programas sociales.

Otra razón por la que las personas consideran buena opción votar por Torres es el “empleo y economía”, que tienen un 11 por ciento.

Proyecta confiabilidad

La principal fortaleza de Alejandro Giammattei ante los electores es que el 31 por ciento de las personas que dijeron que votaría por él, lo consideran una persona “honrada y confiable”.

En sus mítines no se ha concentrado en un solo ofrecimiento, pues en la Costa Sur prometió seguir con los programas sociales, en Quiché prometió impulsar y apoyar más la educación, y en los municipios de la capital se ha enfocado en fortalecer el sistema penitenciario.

Otro 20 por ciento de las personas mencionan que el candidato del partido Valor es una persona “preparada” y “con trayectoria”.

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Giammattei comenzó a tener presencia en el electorado en 1999 y 2003 cuando compitió de manera fallida por la municipalidad de Guatemala, esta es la cuarta vez que buscará la presidencia.

Un 16 por ciento lo apoya porque considera que “mejorará el empleo y la economía”, un 13 por ciento por su “plan de Gobierno e ideas” y un 10 por ciento porque creen que “dará seguridad”.

Una persona preparada

Edmon Mulet, quien según la encuesta es tercero en la intención de voto, pero en un empate técnico con otros dos candidatos, es reconocido como una persona con preparación y trayectoria por el 35 por ciento de las personas que dicen que votarán por él.

Un 30 por ciento de las personas consideran que el candidato del partido Humanista es una persona “honrada y confiable”.

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Un 28 por ciento de las personas que votarán por él afirman que es por su “plan de Gobierno e ideas”, mientras que otro porcentaje menciona una serie de temas como empleo, salud, educación y mejorar la economía.

Para Mulet incursionar en política no es nuevo, pues ya fue diputado del Congreso y tuvo una carrera diplomática nacional e internacional, además de ser funcionario de la Organización de Naciones Unidas.

Pese a esto, Mulet se ha presenta como una opción nueva a comparación de otros candidatos, además pregona que su campaña es austera y con recursos limitados.

Candidato nuevo con pasado viejo

Un cuarto de las personas que dijeron que votará por Roberto Arzú, aseguró que lo hará porque lo consideran una persona “confiable y honrada” y un 16 por ciento más por su “preparación y trayectoria”.

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Este proceso electoral será el primero para el candidato de la coalición Partido de Avanzada Nacional y Podemos y aunque es más conocido por su incursión en el deporte, también es la cara visible de un proyecto integrado por exdirigentes del Partido Patriota y allegados al Gobierno.

Arzú es el hijo del fallecido expresidente y alcalde capitalino Álvaro Arzú, lo cual resalta en sus mítines, pero que le ha acarreado críticas por parte de sus oponentes políticos.

El 21 por ciento de las personas consideran que Arzú “dará seguridad” y el 19 por ciento dicen que lo apoya por “su plan de Gobierno e ideas”.

En sus mítines sus ofrecimientos principales han sido el combate a la inseguridad y la reactivación de la economía para generar empleo. El Tribunal Supremo Electoral lo multó por pautar publicidad en redes sociales.

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Una sorpresa entre los punteros

Cuatro de cada 10 personas que dijeron que votará por Thelma Cabrera, quien según la encuesta está en un empate técnico con Mulet y Arzú en el tercer lugar de la intención de voto, afirmó que lo hará porque consideran que la candidata es alguien “honrada y confiable”.

La candidata del Movimiento para la Liberación de los Pueblos, reconoce su escasa preparación académica, pero se presenta como una conocedora de las necesidades de la población en el área rural “olvidados y empobrecidos”.

Esto explica porque un 14 por ciento de las personas que dicen que votarán por ella afirman que es porque “ayudará a los pobres” y otro 20 por ciento por “su plan de Gobierno e ideas”.

La candidata presidencial es la sorpresa de esta encuesta, pues en prácticamente tres meses de campaña y con un presupuesto limitado logró despegarse del pelotón de candidatos con poca intención de voto y llegar al quinto lugar y con un empate técnico con otros dos contendientes.

Entre sus promesas de campaña han resaltado que está de acuerdo con la continuidad de Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala, la nacionalización de la energía eléctrica y minería y que se realice una Asamblea Nacional Constituyente.

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