Posibilidades de crecimiento de los candidatos más fuertes

Cinco candidatos, dos mujeres y tres hombres, reúnen casi el 60 por ciento de la intención de voto. Su margen de crecimiento, sin embargo, se ve condicionado por el antivoto o por la falta de conocimiento que el electorado tiene de ellos.

Tribunal Supremo Electoral (TSE) realiza un simulacro de como se debe votar y depositar las papeletas electorales (Foto Prensa Libre: Esbin García).
Tribunal Supremo Electoral (TSE) realiza un simulacro de como se debe votar y depositar las papeletas electorales (Foto Prensa Libre: Esbin García).

La convulsa carrera por presidir el Ejecutivo ha sido marcada por las decisiones judiciales que dejaron fuera a dos de las candidatas punteras en los sondeos. Con cerca de la mitad de los electores sin “definir plenamente” su preferencia por un candidato presidencial, según la última Encuesta Libre, la contienda por la Presidencia de la República en las elecciones 2019 se centra en cinco candidatos.

Encabeza la intención de voto Sandra Torres, de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), con 20.2 por ciento. No hay política más conocida en el país que Torres, con un nivel del 100 por ciento, según el último sondeo. Este posicionamiento en la mente de la población, sin embargo, contrasta con la animadversión de una parte del electorado.

“Difícilmente o nunca” votarían por ella el 53.9 por ciento de los consultados respecto a su candidatura. Torres, ex esposa del expresidente Álvaro Colom, arrastra el desgaste de su divorcio en busca de la candidatura presidencial de 2011, inscripción que le fue denegada por una resolución de la Corte de Constitucionalidad, pero sobre todo las críticas de una parte de la población por un presunto uso clientelar de los programas sociales, creados en el gobierno de la UNE y coordinados por ella sin ser funcionaria pública, desde el Consejo de Cohesión Social.

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Pese a esto, los programas sociales constituyen a la fecha su mayor oferta electoral y el tema por el cual Torres recibe la mayor parte de su apoyo. Un 52 por ciento de los consultados respondieron que “la ayuda a los pobres” es la principal razón por la que le darían su voto.  El margen de crecimiento de la presidenciable, sin embargo, es de solo un 4.6 por ciento, que considera que está entre sus candidatos favoritos, luego de su primera opción.

A su favor, Torres tiene una estructura partidaria apoyada en alcaldes y diputados de la UNE que pueden contribuir a la movilización del voto en primera vuelta, pero que tendrían menos incentivos para apoyarla en una segunda vuelta.

El siguiente en intención de voto es Alejandro Giammattei, candidato del partido Vamos, con 14.4 por ciento. Luego de 20 años en campañas políticas sin victorias, Giammattei enfrenta su mejor escenario con un nivel de conocimiento del 86 por ciento, pero le ha resultado difícil capitalizar este conocimiento en posibles votos. Según la Encuesta Libre, el 5.3 por ciento de los encuestados lo ubican entre su favoritos, pese a no ser su primera opción.

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Giammattei compite por Vamos, una agrupación que participa por primera vez en elecciones y que gira alrededor de la figura de su presidenciable. El 16.3 por ciento de los consultados “difícilmente o nunca” votarían por este candidato. Uno de los principales lastres del aspirante en esta campaña ha sido tener un mensaje poco diferenciado del de sus rivales.

En la carrera de Giammattei por llegar a la Presidencia, irónicamente Sandra Torres podría ser su mejor aliada. De alcanzar la segunda vuelta, el candidato de Vamos puede cosechar buena parte del antivoto de Torres, enfrentando el voto metropolitano y del interior urbano, que él lidera, con el voto rural encabezado por Torres.

La disputa por el tercer lugar

Aunque el sistema de balotaje permite el paso a segunda vuelta a solo dos candidatos, la lucha por el tercer lugar también presenta una dinámica muy interesante. Los tres aspirantes a la Presidencia en un empate técnico en el tercer lugar, Edmond Mulet, del partido Humanista; Roberto Arzú, de la alianza PAN-Podemos; y Thelma Cabrera, del Movimiento para la Liberación de los Pueblos (MLP), suman 24.1 por ciento en intención de voto, superando el liderazgo de Torres, con 20.2 por ciento.

El margen de error de la encuesta, del 2.8 por ciento, hace que el tercer lugar sea compartido por Mulet, con 8.5 por ciento; Arzú, con 8 por ciento, y Cabrera, con 7.6 por ciento.

Exdiputado de la antigua UCN (Unión del Centro Nacional) y expresidente del Congreso en 1992, Mulet es un experimentado político que dejó la participación local por cargos diplomáticos durante casi 20 años. Su regreso a la vida política lo hace con el partido Humanista, agrupación con múltiples conexiones con el desaparecido Frente Republicano Guatemalteco (FRG).

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Aunque Mulet creció ampliamente en cuanto a ser conocido por los ciudadanos, pasando en tres meses de campaña de un nivel de conocimiento del 16 por ciento al 43 por ciento, su intención de voto solo alcanza el  8.5 por ciento.  A favor, Mulet tiene un bajo nivel de rechazo con solo el 8.6 por ciento de personas que “difícilmente o nunca” votarían por él; sin embargo, también tiene un pequeño margen de crecimiento con 2.4 por ciento de encuestados que lo incluyen entre sus favoritos, aunque no es su primera opción.

El siguiente en intención de voto es Roberto Arzú, de la alianza PAN-Podemos, con un 8 por ciento. Arzú reúne en su candidatura la marca del Partido de Avanzada Nacional (PAN), la agrupación política vigente más antigua del país y que llevó a la presidencia a su padre, Álvaro Arzú, en 1996, y la agrupación Podemos, creada en este proceso electoral e integrada por numerosos exdirigentes del cancelado Partido Patriota (PP).

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Arzú creció del 68 al 79 por ciento de conocimiento entre los encuestados entre marzo y junio, pero sus indicadores de rechazo son altos: 21. 9 por ciento de los consultados “difícilmente o nunca” votaría por él. No obstante, se encuentra entre los candidatos favoritos del 2.7 por ciento, para los cuales podría ser una segunda opción.

Cierra el grupo, a un margen escaso, Thelma Cabrera, presidenciable del MLP. La candidatura de Cabrera es una de las sorpresas del proceso electoral. Mujer indígena, maya mam y originaria de Retalhuleu, suma 7.6 por ciento de intención de voto. Cabrera encabeza la candidatura del MLP, agrupación descrita por sus integrantes como “el instrumento político” del Comité de Desarrollo Campesino (Codeca). La presidenciable creció en conocimiento de la población del 16 al 40 por ciento.

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Cabrera es considerada por el 3.9 por ciento de los encuestados sobre votos emitidos como una de sus favoritas, sin ser su primera opción. En cambio, enfrenta a un 12.1 por ciento que asegura que “difícilmente o nunca” votaría por ella. El mayor rechazo lo concentra en el área metropolitana, con 19 por ciento, y el menor en el área rural, con 9 por ciento.

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